Gladys Monterroso

“Hijo mío, la Santa Madre Iglesia está a la derecha, pero Jesucristo siempre estuvo a la izquierda”
Isabel Allende

A nivel mundial, la izquierda la tiene difícil, porque a diferencia de la derecha, se encuentra dividida, en términos más precisos fracturada, derivado de que las pasiones intestinas han podido más que un proyecto en común, que asumimos debería ser la satisfacción de las necesidades de la población en general, precisamente en esa población en general, reside uno de los grandes problemas que afrontan los que asumen como ideología la izquierda, esencialmente que son seres humanos con sus grandes debilidades, mismas que superan en mucho su forma de pensar.

Por diferencia la derecha tiene objetivos comunes, que podemos resumir sencillamente en primero nosotros, segundo nosotros y ultimo nosotros como grupo, los demás seremos siempre los de abajo, y estaremos abajo, sin cambios posibles, con la diferencia de que nos dividimos en utilizados directamente y utilizados indirectamente, y de ahí los nuevos ricos emergentes, que se quedaran en eso, emergentes, entre los que se incluyen, los corruptos, narcos, algunos soñadores y otros más que se creerán que son parte del grupo, pero no es así, los del grupo ya están completos, los demás son alfiles temporales.

Dos sucesos internacionales nos ilustran sobre las debilidades de la izquierda, la vicepresidenta de la Euro Cámara encontrada, denunciada y ligada por un caso de corrupción a nivel macro en el que uno de los actores, supuestamente corruptor es Qatar, el escándalo es mayúsculo actualmente, otro suceso es el caso del expresidente Castillo del Perú, quien no pudo superar su falta de experiencia y colmillo político, agobiado y cerrado por el poder real, cometió uno de los delitos más graves que puede llevar a cabo un presidente después de la corrupción, y ese es atentar contra el orden democrático, aunque posteriormente argumente que lo drogaron, es un argumento poco creíble, lo que si es cierto, es que los peruanos no quieren a la derecha en el gobierno, difícil la tienen en este momento.

En ese orden de ideas, en nuestro país debido a nuestra propia historia, la izquierda es prácticamente inexistente, además la poca que hay se encuentra actualmente fragmentada, por lo que, históricamente, y en estos momentos es un tímido atisbo de lo que es en otros lugares, un conglomerado, veamos en todas partes la izquierda se tira los trastos siempre que puede, pues acá también, si sumamos los pocos que son, y si agregamos nuestra propia idiosincrasia, por el momento no es significativa su presencia.

Hoy, que nos encontramos a la puertas de un nuevo proceso electoral, observamos cómo se acomodan los alfiles del poder real con la decepción de la población, porque lo que vemos es solamente un reciclaje de los mismos actores, lo que es lo mismo, la mayoría se cambian el color de la camiseta, y se presentan como adalides de la democracia, lo desafortunado para nosotros es que las fichas todas son del mismo color, lo único que hacen es cambiarse de un lugar a otro, por lo que, la oferta es vacía de contenidos reales, todos ofrecen lo mismo, y dan lo mismo, veamos ofrecen riqueza, desarrollo, salud, educación a granel, de anticipo dan panes con chile o con frijoles, los menos financiados, los mejor financiados laminas, canastas navideñas, y licores, por ahí va la historia nuestra.

Los ciudadanos pedimos tan poco, que no pedimos prácticamente nada, recibimos lo que nos dan, muchas veces, la mayoría nos dan humo, como los espejitos con el que embaucaron a nuestros antepasados los conquistadores españoles, vivimos por lo tanto en la cultura del engaño por parte de quienes ejercen el poder.

En mi opinión, se necesita regenerar el panorama político, cuando escribo regenerar no me refiero necesariamente a que el mismo se desborde de jóvenes, muchos que no todos, tienen todavía un camino que recorrer, me refiero más que nada, a nuevos rostros, pero no de esos curtidos que se venden al mejor postor, no, necesitamos que la academia, los técnicos, los pequeños comerciantes, y los trabajadores se involucren no para formar un partido, que el tiempo ya pasó, pero si como agentes de cambio social para iniciar la tan ansiada transformación.

Los progresistas no podemos ser de derechas, no hay derecha progresista, aunque deberíamos tener esa posibilidad, pero tampoco podemos casarnos con una izquierda tan tímida que esta invisible a los ojos de la sociedad, y la que se presenta no tiene propuesta real alguna, adicional a su fragmentación.

Al momento la oferta está bastante pobre.

Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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