John Carroll
Cuando nos encontramos a poco más de tres semanas para que se lleven a cabo la primera vuelta de las elecciones en Guatemala, el ambiente político esta convulso, efervescente, errático e impredecible. Pero hay ciertas cosas que caen por su propio peso y que nos deben de hacer caer a la realidad. Existen cada día más posibilidades que los candidatos de partidos punteros a la fecha, Lider y UNE, no ganen el proceso eleccionario y esto probablemente sea motivo de celebración para la mayoría de guatemaltecos, pero si esto llegara a suceder debemos de ser prudentes y entender que cualquier ganador posible debe de recibir la presión social suficiente para conformar un gobierno que produzca cambios sistemáticos inmediatos.
Pareciera ser, incluso, que el Congreso de la República se conformará esta vez por varios diputados de varias bancadas, mi mejor aproximación es que Lider colocará poco más de 40 escaños y esa será la bancada más numerosa lo que permitiría unos primeros meses de verdadera oportunidad al próximo gobernante para hacer algunos cambios profundos que le den legitimidad a su gobierno y por lo tanto la presión social le permita terminar el período presidencial. Los únicos candidatos que parecieran capaces de lograr ese extremo son Canela, Zury y el desconocido Jimmy Morales. Aunque este último es a estas alturas indescifrable porque no existe suficiente información que permita calificar más que su falta de experiencia política. Las opciones “tradicionales” como Baldizón y Sandra Torres no parecen interesados en hacer cambio alguno.
Otro de los efectos positivos insospechados que la crisis política podría provocar al actual proceso electoral es el hecho que probablemente estemos ante la primera elección que no será ganada con los recursos económicos de los grandes gastadores electorales. Era hasta hace unos meses impensable que un partido con recursos limitados pudiera vencer a los tradicionales cleptócratas que inundan los medios y las calles con propaganda. Se tomarán del cabello aquellos que atienden sus mítines con cinco aeronaves mientras que los más humildes candidatos asaltarán los puestos de poder gastando una fracción.
Es importante que tomemos en cuenta que la primera ronda electoral servirá para votar al que consideremos mejor opción entre más de diez candidatos mientras que en el balotaje tendremos la posibilidad de votar en contra o a favor de uno o ambos candidatos. El voto nulo es un voto respetable y entendible que se manifiesta contra el sistema en un foro equivocado. No son las elecciones, el foro adecuado para expresar nuestro rechazo al sistema porque al hacerlo provocamos consecuencias no intencionales que pueden resultar en la profundización del caos actual.
El sistema que tenemos es el sistema que por acción u omisión hemos construido todos los guatemaltecos al día de hoy y habrá que soportar los resultados y consecuencias que arroje. Pero eso no significa que después del ejercicio democrático dejemos de hacer ciudadanía olvidándonos de nuevo de la importancia que tiene nuestra activa participación.