POR VIRGINIA CONTRERAS
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Cientos de usuarios que todos los días se trasladan en los autobuses a Ciudad Peronia, se han visto afectados, ya que por segundo día consecutivo estos no están circulando debido a que los pilotos son víctimas de extorsión.
La semana pasada, por la misma situación de violencia, los conductores de los buses de Asociación de Transportes de Peronia (Asotrap) o Transperonia, dejaron de prestar el servicio en esa localidad, pues argumentaron que temen por su vida, ya que delincuentes dejaron un teléfono hace algunos días para que paguen extorsiones.
Los conductores manifestaron que en una semana fueron asesinados dos transportistas y un ayudante fue herido, por lo que pidieron al Ministerio de Gobernación (Mingob) que agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) los acompañaran en su recorrido.
Maco García, representante de los pilotos, comentaba que habían sido atendidos por un comisario quien les había propuesto soluciones; sin embargo, para esta semana el escenario fue el mismo, lo que motivó a que tomaran medidas de hecho perjudicado a las personas que se movilizan en ellos a sus labores diarias.
MEDIDAS INSUFICIENTES
De acuerdo con Edgar Guerra, Defensor del Usuario del Transporte Público de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), las medidas de seguridad que implementa el Mingob solo tratan de paliar el problema, pero no lo resuelve a fondo, además, resaltó que no ha habido una acción de manera contundente por parte de la PNC.
“Solo se dan paliativos temporales, pero al final no han encontrado una fórmula realmente técnica que resuelva la problemática de las extorsiones que es verdaderamente compleja, puesto que la han abordado de una manera muy simple”, explicó.
Guerra, señaló que los funcionarios deberían hacer su mejor esfuerzo, ya que dentro de su deber está prestar o garantizar la seguridad del Estado, dado que el precio mayor lo paga la población, así como los pilotos y transportistas. Añadió que no se acabará con el flagelo poniendo guardias de seguridad a bordo.
ALTERNATIVA
Desde tempranas horas de la mañana, los vecinos del sector han debido trasladarse en taxis y otros vehículos alternos, como picops; los cuales les cobran de Q5 a Q15 por persona para llevarlos al Trébol; los espacios de esos automotores son compartidos por varias personas que se arriesgan por las condiciones en las que se trasladan, especialmente al movilizarse en las palanganas de los picops.
DENUNCIAN
El defensor expresó que algunos vecinos del lugar impusieron sus denuncias en la PDH, puesto que indicaron que la situación ha provocado, incluso, la pérdida de sus empleos por la falta de un medio de transporte.