Gladys Monterroso
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“La inteligencia es casi inútil a quien no tiene más que eso” Carrell

A poco tiempo de enfrentarnos a un nuevo proceso electoral, en el estricto sentido de la palabra, los ciudadanos que no formamos parte de partido político alguno, nos encontramos sin expectativas, y sistemáticamente acorralados, ya que por donde veamos, no encontramos candidatos que nos motiven a darles nuestro voto, y no se trata solamente de un voto, se trata de un altísimo porcentaje de la población.

Nos sentimos acorralados dentro de un sistema corrompido hasta la médula del mismo, no porque las leyes sean necesariamente las malas, se trata que los seres humanos que en el afán de perseguir riqueza pronta, no han escatimado dejar en el camino, valores inculcados, para venderse a financistas, amigos, o grupos de dominio, con el objetivo de obtener el poder, y con el salir de la pobreza hasta la cuarta generación.

Ante semejante espectro, se ha creído que con aplazar momentáneamente dos meses las elecciones, se encontrarán mejores propuestas, pero lo que no se logró en cuatro años difícilmente se logrará en dos meses más, el problema que afronta el país es de personas, no de leyes, tampoco el sistema de cuotas es recomendable, ya que nadie puede asegurar que una mujer es más idónea que un hombre, o que un garífuna o indígena, es necesariamente más idóneo que un ladino.

El problema principal no es de género, ni raza, el problema principal se centra en que el sistema colapsó, y que mientras siga una sola persona de la que ya ejerció el poder, y que no reúne el requisito indispensable e irrefutable de la honradez, no podemos ni soñar con cambios sustanciales.

Al analizar a cada uno de los candidatos, no hay un solo, que pueda significar un cambio de fondo en nuestro alicaído sistema, pero como vivimos en “democracia” se asume que los tres poderes son independientes entre sí, y por lo tanto si el Presidente no llena las expectativas, con un buen Congreso tendríamos una relación de pesos y contrapesos, sin embargo, viendo el listado de candidatos a diputados, es una utopía esperar que no sean más de lo que hoy tenemos, o aún si se puede peor.

El otro sistema, el Judicial, es en el único, en el que no todas, pero si muchas manzanas se encuentran podridas, existen buenos juzgadores, desgraciadamente los malos brillan, cual monedas de cobre con baño de oro, pero el fondo es de cobre, por lo que no se puede esperar que funcione como necesitamos, lo que es lo mismo la Justicia Pronta y Cumplida, sigue esperando que algún acontecimiento movilice la balanza.

Pero el problema no es solamente de los políticos, ellos se venden al mejor postor, el problema como en el mercado se trata de oferta y demanda, ya que aunque parezca un trabalenguas sin oferta no hay demanda, y sin demanda no hay oferta, para que existan personajes que venden sus voluntades, debe existir quien compre esas voluntades, es un dar y recibir.

Recuerdo hace cuatro años, llegué a un edificio muy poderoso, que se encuentra al final de la zona 4 cerca de donde inicia la Reforma, esperaba a alguien, y entablé conversación con un seguridad que se encontraba cuidando entradas y salidas, entre plática y plática, sin proponérselo me dijo textualmente “Baldizón casi no viene por aquí, el que viene a cada rato es Pérez Molina”, hoy, de que sirve rasgarse las vestiduras.

Existe otro grupo de poder, que ya se está quietando (No por voluntad) la careta: La mayoría de los medios de comunicación, el buen manejo del titular, la foto de portada, el mensaje televisivo no está en la palabra, es la forma, la interpretación, como se traslada la información y la crítica, analizando muchas veces los labios dicen una cosa, pero el movimiento corporal otra, y el mensaje subliminal llega al espectador.

Por lo anteriormente expuesto es necesaria una autodepuración de los políticos, y de los que los hacen políticos, sí señor.

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