En la ruta que de la capital conduce a Occidente, las autoridades advierten del riesgo que se corre por la inestabilidad del terreno que provoca constantes y peligrosos derrumbes, sobre todo en este mes de septiembre que históricamente es el más lluvioso del año. Mientras tanto, luego del agujero de Villa Nueva ahora surge otro en Mixco sin que nadie asuma la responsabilidad de indagar qué ocurrió y mucho menos por qué ocurrió. Citamos esos dos ejemplos porque ilustran la forma en que Guatemala se está desmoronando y creemos que es momento de realizar estudios serios sobre el estado de los suelos a nivel nacional, porque, así como nuestras montañas se derrumban, el subsuelo parece tener muchos más agujeros, lo que puede ser grave y hasta fatal.
Es un hecho probado que en el país se han construido redes de drenajes que nunca reciben ningún mantenimiento. Las autoridades no piensan en eso y no tienen mentalidad de prevenir desastres, lo que hace que obras ejecutadas hace muchos años, por administraciones pasadas, no se encuentren en el radar de las actuales, que simplemente ni tienen idea de su existencia. Eso con relación a los agujeros que se forman y que, de alguna manera, son resultado de corrientes subterráneas que erosionan la tierra hasta generar los grandes agujeros.
En el tema de los deslaves hay alto riesgo en muchas carreteras por falta de mantenimiento de las laderas, pero el deterioro ecológico también expone a muchas familias que viven en lugares peligrosos donde se pueden producir derrumbes de esos que ya han cobrado vidas en el país. Conred tiene listados de algunos de esos sitios pero hace falta un estudio más amplio tomando en cuenta que, queramos o no, el cambio climático está haciendo estragos y los inviernos se convierten en un reflejo de ese deterioro ambiental.
Tan peligroso es un derrumbe como el socavamiento del subsuelo, tema del que tenemos tan poca información, mucho menos prevención, y en el que no bastan las inspecciones oculares que son más fáciles de realizar. Si en Mixco nadie se hace responsable del agujero es porque nadie tiene planos ni información de qué obras se han efectuado y que puedan haber provocado esos flujos subterráneos que provocan el socavamiento del terreno y pueden causar peligrosos hundimientos.
Cada una de las municipalidades tendría que hacer estudios y lo mismo se debe exigir no sólo a la Coordinadora para la Reducción de Desastres sino al ministerio de Comunicaciones a cargo de la obra pública nacional y donde debe haber expertos en suelos.