Alfonso Mata
Dos hechos a la vista nacional: presupuesto público y campaña electoral. Está a semanas, concertarse de parte de verdaderos estafadores, qué se hará -perdón por el error- que harán con algo llamado eufemísticamente un «presupuesto de la nación». Realmente, es una iniciativa de acceso a dinero abierto, para timar al contribuyente. En esa mesa de cleptómanos, se reúnen burócratas, legisladores, jueces, autoridades ministeriales, fuerzas de seguridad, industria y banca, buscando botín, para provecho propio y para los amigos, y ya, estando de acuerdo, pasan a planear como administrar los dineros que esperan apropiarse. Eso viene acompañado de algo aún más grave; no satisfechos con vaciarnos bolsillos, planean endeudar a la nación, lo que quiere decir: a la ciudadanía y su descendencia. Y aún hay más: antes de dejar el poder, se planea entregar lo que no les pertenece (Petén, por ejemplo) a compañías trasnacionales, bajo el silencio de gobiernos amigos.
Lo triste de todo ello, es que nadie quiere enfrentar el problema, porque cada sector de población, tiene su propia cultura –es decir interés- sobre el intercambio de beneficios de esos acontecimientos. Al más necesitado, no le importa que el medicamento X haya costado tres veces más y que dos de ella vayan a bolsillo ajeno; con que le den el medicamento le basta e incluso queda agradecido, aunque toda la operación no permita que su hijo o su nieto vaya a la escuela, reciba adecuado tratamientos etc. Lo importante que se advierte de las personas que tienen que reclamar de ello -que somos todos- es que sí, cada sector tiene su propia observación e idea del intercambio de bienes nacionales, lo que espera es tener oportunidad para ordeñar la vaca y eso solo es posible con el silencio. La esperanza de llegar a detectar algo de esa estafa -Práctica de por sí ya vergonzosa- al final representa menos costo para todos y nada de sacrificio, incluso si pagamos con nuestro dinero, para que eso suceda.
Y qué es del panorama electorero que tenemos ya enfrente. Una lucha de los verdaderos usurpadores y roedores de lo ajeno, para intentar proteger los privilegios, llámense dentro de ello, narcotraficantes, funcionarios, directivas de sindicatos, entes privados, banca, industria. Muy Vieja Escuela que funciona muy en serio, y en que no existe ningún trato con nadie que no sea de la causa (el pueblo que vote y vuelva a comer m… miseria otros cuatro años).
Al final, origen y secuencias del virus de la corrupción, pareciera que no es asunto de importancia para la ciudadanía, percatada que no hay campo de la vida diaria donde ese virus no invada e impere. Mantener esas secuencias de corrupción permanentemente, es parte de la cultura de la nación sobre «política, políticos y gobernantes y gobernanza».
A muchos -que aún son pocos- les ha llevado años de arduo trabajo, recopilar y analizar datos sobre las infamias de corruptos en esos campos mencionados y aunque trabajen para denunciarlos y señalar sus daños; a la nación y población, eso no le ha motivado a cumplimiento de su deber ciudadano. Pero tiene un alto significado ese trabajo: mantener viva la conciencia de lo que es correcto; de eso se trata ese trabajo riesgoso y agotador de indague, análisis y denuncia: hacer disponible y accesible la verdad. Sé que hay resistencia y resentimiento contra el que manifiesta la verdad, sin embargo, creo que no es una batalla perdida para ellos, y espero que más temprano que tarde, el pueblo reaccione. Internet permite el acceso público a un grado sin precedentes, y la cantidad de «poder mental bruto» que existe, es bastante increíble y sé que irá permeando entre la juventud, aunque haga falta ordenar mejor y mayor ese esfuerzo.