PARIS
AP

Francia celebra hoy el Día de la Bastilla con un despliegue espectacular de aviones de guerra y cuerpos antiterroristas que participaron por primera vez en el desfile anual, en una demostración de fuerza ante los extremistas.

El presidente de Francia, François Hollande, presidió el desfile anual en los Campos Eliseos. A su lado estaba su invitado de honor, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, que ha visto su gobierno golpeado por la audaz fuga de prisión de un importante capo de la droga.

Los festejos por la fiesta nacional tienen lugar después de los atentados terroristas que sufrió el país en enero, en los que murieron 12 personas, y después que un extremista decapitó el mes pasado a su empleador y provocó una explosión en la que resultaron heridas dos personas.

Un espectador, Philippe Bastelisa, residente en París, dijo que «es importante que las fuerzas de seguridad participen en el desfile, considerando la situación actual y el drama a comienzos de año».

Otra, Katy-Pauli Giraud, encabezó a un grupo de espectadores que llegó desde Calais para presenciar las festividades y saludó la presencia de protección frente a amenazas en una fecha tan significativa. «No tengo temor. Me siento segura», afirmó.

El desfile tributó un reconocimiento especial a los más de 10 mil soldados que reforzaron la seguridad después del ataque a la revista satírica Charlie Hebdo. El público saludó a los trabajadores de emergencia y a las unidades de elite de la policía y gendarmería que luchan contra el terrorismo.

Hollande conmemoró también el 70 aniversario de la liberación francesa de la Alemania nazi, saludando a miembros de la Orden de la Liberación. El espectáculo incluyó casi un centenar de aviones y helicópteros militares.

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