Las autoridades aseguraron este viernes que existen «condiciones» para ingresar a la mina del norte de México donde 10 obreros quedaron atrapados hace nueve días por una inundación, reavivando la esperanza de sus familiares tras dos jornadas de lentos progresos.
«Tenemos todas las condiciones para bajar el día de hoy (…) a la búsqueda y el rescate» de los mineros, dijo la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador. Velázquez explicó que la operación será posible gracias a que se ha llegado a «un 97% de extracción del agua» que inundaba la mina de carbón en el poblado de Agujita (estado de Coahuila, norte).
«Se tienen preparados los recursos necesarios para iniciar las labores de búsqueda y rescate», insistió. El nivel del agua se encuentra en 70 centímetros en uno de los tres pozos por donde se intentará ingresar, frente a los 30 metros que había un día después del accidente, detalló en la misma conferencia el secretario de Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
«DIOS QUIERA QUE SÍ»
«Con ese nivel ya se puede entrar. Dios quiera que sí», declaró a la AFP David Huerta, de 35 años, cuñado de uno de los obreros atrapados.
"Ya estamos en un 97% de extracción de agua, así que ya tenemos todas las condiciones para bajar (a la mina)": así avanza el rescate de los 10 mineros atrapados en México. https://t.co/MlWpUerRaN
— CNN en Español (@CNNEE) August 12, 2022
Aunque ya abandonó la dura labor de minar en los llamados «pocitos», un método artesanal y riesgoso para extraer el carbón, Huerta comenta que se dedicó a ello por casi 13 años. Explica que al llegar al fondo de los pozos se alcanza la zona de la «plancha» del mineral, donde se despliegan las galerías o túneles subterráneos en los que se realiza propiamente la extracción y donde probablemente estén los trabajadores.
«Ahí ya pueden entrar cuadrillas y buscar más rápido», añade. En los otros dos pozos la cota se encuentra en 3,9 y 4,7 metros, añadió el general Sandoval. El nivel que las autoridades consideran viable para maniobrar es de 1,5 metros.
«Vamos a seguir de todas maneras bombeando, no va a parar el bombeo. Se van a sustituir algunas bombas» por unas más pequeñas. «Es un proceso lento, pero no queremos correr riesgo», indicó la coordinadora de Protección Civil.
ACTIVIDAD ALREDEDOR DE POZO
En la zona de rescate se observa actividad alrededor del que parece ser el pozo con el menor nivel de agua, donde la AFP constató la presencia de operarios y personal militar. Algunos dan instrucciones y otros observan el área en una aparente labor de preparación para el eventual ingreso de rescatistas.
Al exterior del perímetro de seguridad, los familiares aguardaban la salida o el llamado telefónico de sus parientes dentro del área de operaciones para conocer los pormenores del informe que las autoridades ofrecen cada mañana sobre las actividades previstas para la jornada.
El anuncio del gobierno devuelve la esperanza a la comunidad alrededor de la mina siniestrada, donde la noche del jueves un grupo de unas 15 mujeres llegó caminando con veladoras en las manos y entonando canciones religiosas. Ya en el sitio rezaron un padrenuestro y oraron para que el rescate resulte exitoso.
El accidente se produjo el 3 de agosto, cuando una pared de una mina inundada y abandonada colapsó, provocando la inundación del socavón donde maniobraban 15 mineros. Cinco de ellos lograron escapar. Desde entonces no se tienen señales de vida de los 10 trabajadores restantes, en cuyo rescate participan varios cientos de personas entre militares, funcionarios de Protección Civil y mineros voluntarios.
Los siniestros mineros son frecuentes en Coahuila, principal productor de carbón de México.
El más grave ocurrió el 19 de febrero de 2006, cuando una explosión de gas en la mina Pasta de Conchos, controlada por el conglomerado Grupo México, provocó la muerte de 65 trabajadores. Solo dos cuerpos fueron rescatados.