Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
En mi columna del martes hice un repaso de lo que, desde mi punto de vista, se ha ido dando en el caso en contra de José Rubén Zamora y la fiscal Samari Gómez.
Desde la óptica jurídica, el delito de conspiración sería el único a investigar porque no han quedado evidenciados los indicios de las comunicaciones entre Samari y Juan Francisco Sandoval, no ha quedado demostrado el chantaje de los Q300 mil, ni el tráfico de influencias porque por mucho que se haya dicho, no se puntualizaron los indicios de ese delito.
En otras palabras, jalaron un hecho que debe ser (y ojalá sea) bien explicado, como lo dije el martes, uniéndolo con un montón de cosas adicionales que sirven para el plan integral contra la prensa, mismo que fue preparado porque la intención es que no existan olas capaces de arruinar los deseos en las etapas reinas del plan para que el oficialismo repita en el poder.
El menú de opciones contra la prensa es variado. Al que se resbale se le estará esperando como no lo han hecho con miles que han ordeñado al sistema y seguro no se le dará el trato que están recibiendo aquellos mañosos que hicieron micos y pericos, pero que ahora han pactado buscando Consuelo y abundantes Porras.
Además, tienen un plan para ir en busca de las fuentes. Saben que casi todos los trabajos de investigación surgen de denuncias de personas de todo tipo y están haciendo esfuerzos por llegar a conocer quiénes son esas personas que se están atreviendo a contar lo que el régimen no desea que se sepa.
Decía ayer un comunicado del Ministerio Público (MP) que dirige Porras que sus acciones no van encaminadas a coartar, limitar, impedir o menoscabar ninguna labor periodística, pero a la luz de los hechos que emprende el ente investigador para indagar por las fuentes, tales palabras no tienen sustento.
Dice Porras que ella es una mujer de Derecho, pero la pregunta es cuál derecho, porque la Constitución dice que el acceso a las fuentes de información no puede ser limitado por ninguna autoridad y eso es lo que está buscando el MP.
No es secreto que VAMOS y sus partidos satélites se preparan y usan los recursos del Estado (dinero, la Contraloría, el MP, la Corte de Constitucionalidad (CC) y pujan fuerte por copar completo el Tribunal Supremo Electoral (TSE)), con el afán de repetir cuatro años en la Presidencia y que el Jefe de Jefes mande desde el Congreso.
Todos los oficialistas han buscado repetir en el poder pero se han quedado cortos porque sus gestiones son tan malas como la actual, porque la gente se da cuenta que usan los recursos para sus intereses personales y porque en medio de las enormes deficiencias, había algunas instituciones que terminaban haciendo su papel para evitar manoseos.
Ahora no, no hay nadie que pueda detener el plan (los políticos están callados por gusto propio) y lo único que les queda “incómodo” es la prensa y por eso es que hay esfuerzos integrales por maniatarla. Ya saben lo que es tener medios que les son caja de resonancia y como les ha gustado el experimento, quisieran que todos los medios fueran iguales.
Toca redoblar esfuerzos para seguir de pie, sabiendo que al que no se caiga verán cómo le cortan las alas complicando a las fuentes que, mañosos o no, están cansados de tanta podredumbre y han optado por alzar la voz.
“No puedo vivir en paz al callar todo lo que veo y pasa. Ante la falta de instituciones, veo en la prensa lo único que puede visibilizar, empoderar con información necesaria para provocar que la ciudadanía entienda y ejerza su rol”, expresó una fuente que pidió no ser citada para no perder su trabajo. Basta una llamada desde el Callejón Manchen y estoy en la calle, sentenció.