Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

Al destapar ayer el juego de dos poderosas empresas en el tema de la corrupción, la Comisión Internacional contra la Impunidad y el Ministerio Público le hicieron un aporte invaluable al país porque ya era hora que aparecieran aquellos que son los que se encargan de comprar los favores, de traficar con influencias y de obtener beneficios multimillonarios aprovechando el sistema de corrupción generalizado que hay en el país.

El escándalo que involucra a dos empresas polémicas estalla porque utilizaron como traficante de influencias al mismo individuo, César Augusto Medina Farfán, con hoja de vida conocida como facilitador de negocios. Pero hay que ver que la empresa distribuidora de gas, Z Gas, ha estado en el ojo de la opinión pública no sólo por los precios del propano, sino también porque se ha especializado en proporcionar un avión jet a gobernantes guatemaltecos para sus desplazamientos y gracias a ello ha obtenido beneficios como el de disponer de un deposito aduanero en Puerto Quetzal, entre muchos favores comprados, pero no les bastó la canonjía por la que hubieran tenido que hacer un depósito de 5 millones de dólares por lo que contrataron la ayuda picaresca para hacer un cambio poco visible que les permitió depositar 5 millones de quetzales en vez de los 5 millones de dólares. Un “ahorro” de algo así como treinta y cuatro millones de quetzales.

El otro caso es el de Jaguar Energy, empresa que sobornó al Secretario General de la Presidencia para tener acceso al mismo Presidente de la República, vital porque no pudieron cumplir con los términos del contrato y negociaron al final en una prórroga que les otorgó discrecionalmente Energuate que dejó de cobrar la millonaria multa en que incurrieron. Pero también lograron que la influencia del poder ejecutivo interfiriera para resolverles el problema de los trabajadores chinos que fueron brutalmente reprimidos y tratados en abierta violación de cualquier concepto de derechos humanos, al punto de que uno de los favores que obtuvieron de la Presidencia fue evitar que diplomáticos chinos pudieran visitar a sus connacionales rempujados en un albergue dispuesto por la Dirección de Migración en forma por demás arbitraria.

En este caso hay implicaciones adicionales porque en Estados Unidos hay leyes muy severas para las empresas que se cotizan en la bolsa y que recurren a prácticas corruptas en países como el nuestro, paraíso de las sinvergüenzadas.

Y digo que es un aporte invaluable al país porque quedaba la sensación de que la lucha contra la corrupción se libraba en forma sesgada para dejar indemnes a los pícaros que desde sus empresas aprovecharon las facilidades que ofrece este sistema.

Es una lástima que no se dieran antes esas escuchas telefónicas, porque seguramente que no sólo muchas empresas sino todos los expresidentes estarían a palitos porque aquí no hay nadie que se salve y, por el contrario, la corrupción ha estado presente en todos los gobiernos.

Pero tenemos que presionar para que se avance no sólo en la reforma del sistema, sino en el castigo a tanto ladrón que se ha enriquecido con dinero que debió servir para atender a la gente más pobre del país. De ésta ya no podemos volver a cerrar los ojos.

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