A supporter of the No vote waves a Greek flag in front of the parliament after the results of the referendum at Syntagma square in Athens, Sunday, July 5, 2015. Greeks overwhelmingly rejected creditors' demands for more austerity in return for rescue loans in a critical referendum Sunday, backing Prime Minister Alexis Tsipras, who insisted the vote would give him a stronger hand to reach a better deal. (AP Photo/Emilio Morenatti)

Por ELENA BECATOROS,

ATENAS
Agencia AP
Grecia y su membresía en la zona euro enfrentan un futuro incierto este lunes, con el país presionado para lograr un acuerdo con los acreedores tan pronto como sea posible después de que los griegos rechazaran tajantemente la noción de más austeridad a cambio de ayuda.

Con los bancos quedándose sin dinero y enfrentando el peligro del colapso en días si no reciben nueva ayuda, el gobierno en Atenas está contrarreloj.

En un esfuerzo por facilitar las negociaciones, el ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, quien había chocado con los representantes europeos en las negociaciones, renunció el lunes.

Grecia y sus acreedores se reunirán nuevamente el martes para buscar formas de mantener al país en la zona euro, aunque se mantienen distanciados en temas clave, particularmente en el punto del alivio de la deuda.

Las negociaciones se complicaron luego del triunfo del primer ministro Alexis Tsipras en el referendo del domingo. Más de 61% de los griegos dijeron «no» a los recortes presupuestales que los acreedores proponen a cambio de la ayuda financiera que el país necesita, aunque esas propuestas ya no estaban en la mesa.

Muchos partidos de oposición y autoridades europeas vieron esa consulta como un referendo sobre si Grecia debe seguir usando la moneda comunitaria. Posteriormente, muchos funcionarios bajaron el tono y dijeron que las negociaciones debían reanudarse, aunque las posibilidades de Grecia de permanecer en la eurozona se ven cada vez más tambaleantes.

Mientras tanto, los griegos se despertaron el lunes ante la dura realidad de la creciente crisis del país, con los bancos cerrados y cajeros automáticos escasos de efectivo. Por sexto día, el gobierno está limitando el retiro de los ahorros.

Ahora todas las miradas están sobre el Banco Central Europeo para ver si proporciona más liquidez a los bancos griegos para compensar la fuga de dinero. Los analistas creen que el BCE no dará más ayuda el lunes, lo que significa que los griegos tendrán que limitarse a retirar o transferir los 60 euros (67 dólares) establecidos por día.

Si el BCE no aumenta la ayuda a los bancos, será imposible para Tsipras cumplir con su promesa de restaurar rápidamente el sistema bancario nacional.

El gobierno ha prometido reanudar rápidamente las negociaciones con los acreedores con socios de la eurozona y de las instituciones que supervisan el rescate de Grecia: el BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

El referendo «permanecerá en la historia como un momento único en el que una pequeña nación europea se alzó contra la atadura de la deuda», dijo Varoufakis al anunciar su salida. Por el momento no se ha nombrado a su sucesor.

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