Por PABLO ELIAS GIUSSANI
CONCEPCION, Chile
Agencia/AP
Tuvo que esperar hasta el último minuto, pero Paolo Guerrero acudió a la cita con el gol y mantuvo viva su ilusión de consagrarse máximo cañonero de la Copa América por segunda vez, ayudando a que Perú doblegase ayer 2-0 a Paraguay y terminase tercero por segunda ocasión consecutiva.
El «Depredador» alcanzó al chileno Eduardo Vargas al tope de la tabla de goleadores al sellar a un minuto del final una victoria que comenzó a gestarse con un tanto de André Carrillo a los 48.
Fue el cuarto tanto de Guerrero, quien encabezó la tabla de goleadores en el 2011 en Argentina, con cinco dianas, y podría ser el primer jugador que lidera esa tabla en dos ediciones sucesivas.
Vargas todavía puede anotar el sábado, cuando Chile enfrente a Argentina en la final. Y también están en carrera el chileno Arturo Vidal y el argentino Sergio Agüero, ambos con tres dianas.
«El triunfo se lo dedico a todos nuestros familiares. El objetivo fue grupal: llegar hasta las últimas instancias del sorteo. Esperemos que esté orgulloso todo el Perú por este gran trabajo», declaró Guerrero, de 31 años. «Sabíamos que Paraguay iba a ser un rival fuerte. Mantuvimos la calma, supimos manejar el balón y el primer gol nos ayudó bastante».
Con 25 goles, incluidos 10 en Copas Américas, Guerrero quedó a uno solo de Teófilo Cubillas, el jugador que más tantos ha marcado con la selección peruana.
Los dos equipos jugaron sin referentes importantes descartados por lesiones o para foguear a otros jugadores, lo que le dio al encuentro un tono de banco de pruebas. Paraguay arrancó sin Roque Santa Cruz, Nelson Haedo Valdez, Derlis González y Edgar Benítez, mientras que Perú echó de menos a Jefferson Farfán, Claudio Pizarro, Joel Sánchez y Carlos Zambrano, este último suspendido por su expulsión en las semifinales ante Chile.
Ninguno de los equipos pudo tomar el control del juego en la jornada más fría que se ha vivido en la Copa en Concepción, con sensaciones térmicas cercanas a los 0 grados centígrados (32 Fahrenheit), que pueden haber contribuido al concierto de imprecisiones que fue el primer tiempo, jugado lejos de los arcos.
Los peruanos encontraron un gol al comienzo del complemento, cuando Guerrero bajó un balón de cabeza, Raúl Bobadilla no pudo despejarlo y Carrillo, que había perdido muchas pelotas en el primer tiempo, le dio desde el borde del área, batiendo a Villar con un tiro bajo, junto a un palo. El juego ganó intensidad tras el gol y Perú se salvó de milagro cuando Romero cruzó un balón de derecha a izquierda y Calos Ascues alcanzó a bloquear la entrada de Benítez, que había ingresado en el complemento. El balón salió afuera después de dar en un poste.
A dos minutos del final, Sánchez, que había sustituido a Reyna, avanzó de contragolpe por la derecha y le sirvió el balón a Guerrero para que marcase entrando por el centro del área.