POR CLAUDIA TORRENS
NUEVA YORK /AP
Tres organizaciones de defensa de inmigrantes presentaron una queja formal ante el gobierno de Estados Unidos para denunciar los daños psicológicos que la detención en centros de la frontera provoca en madres y niños centroamericanos.
La Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, la Comisión de Mujeres Refugiadas y el Consejo Estadounidense de Inmigración declaran en el documento que la retención durante meses de niños y madres en centros de Texas y Pennsylvania provoca varios tipos de traumas serios, incluidos la ansiedad, depresión, estrés postraumático y tendencias suicidas.
Los tres grupos, que documentan en su queja 10 casos de inmigrantes afectados e incluyen estudios y citas médicas, exigen una investigación federal sobre el asunto.
Gillian Christensen, portavoz del Departamento de Seguridad Interna, a quien va dirigida la queja, dijo a The Associated Press que los Servicios de Inmigración y Control de Aduanas se toman muy en serio la salud y seguridad de las personas detenidas. «La agencia está comprometida con asegurar que los individuos que se encuentran en nuestros centros residenciales familiares reciben la atención médica y de salud mental apropiada», dijo Christensen. «Los centros son una alternativa humana y efectiva a la hora de mantener la unidad familiar, a medida que las familias avanzan en el proceso migratorio o esperan ser devueltas a sus países de origen».
Desde julio del 2014 hasta finales de mayo del 2015, 6 mil 381 inmigrantes han pasado por alguno de estos centros de detención. De éstos un 58% han sido liberados. En la actualidad quedan aproximadamente mil 835, según datos federales.
Según datos oficiales, más de 70 mil menores centroamericanos no acompañados huyeron de la pobreza y violencia de sus países y llegaron a la frontera antes del mes de octubre de 2014. Muchos otros lo hicieron con sus madres.
El secretario del Departamento de Seguridad Interna, Jeh Johnson, anunció la semana pasada que procesará más rápido a mujeres y niños inmigrantes en estos centros y les ofrecerá la opción de salir libres bajo fianza.
El funcionario realizó el anuncio después de que activistas criticaran al gobierno por mantener a familias en los centros de detención para inmigrantes aún después de que muchas de las madres habían pasado una entrevista clave en el proceso de asilo.
Víctor Nieblas, presidente de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, calificó ayer la detención de familias como «inhumana».
«Como voluntario en el centro de detención de Artesia, en Nuevo México, he trabajado con muchos detenidos y puedo asegurar que los 10 ejemplos de esta queja son tan sólo la punta del iceberg», afirmó el abogado.
La queja incluye el caso de una salvadoreña a la que identifican solamente como Cecilia y que aseguran fue violada a los 13 años de edad y huyó a Estados Unidos con su hija debido a amenazas de miembros de pandillas.
Cecilia fue diagnosticada con estrés post-traumático severo y su hija con problemas serios de adaptación. A pesar de que la diagnosis se dio en noviembre del 2014, la mujer y la niña no fueron dejadas en libertad sino hasta más de dos meses después, según el documento.
«Los centros son una alternativa humana y efectiva a la hora de mantener la unidad familiar, a medida que las familias avanzan en el proceso migratorio o esperan ser devueltas a su país de origen».
GILLIAN CHRISTENSEN
En Cifras
70 mil menores centroamericanos no acompañados llegaron a la frontera antes del mes de octubre de 2014.