POR GRECIA ORTIZ
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Con el fin de hacer un llamado a proteger los recursos naturales del planeta y del país, esta mañana el arzobispo Oscar Julio Vian presentó la carta Encíclica “Laudato si” “Sobre el cuidado de la casa común”, del Papa Francisco.
De acuerdo a Vian, esta Encíclica ecológica puede ser tomada como uno de los más grandes aportes del Papa, pues recordó que el documento está dirigido a todo el mundo y no solamente para la población católica.
El religioso, en su discurso recordó que de los impactos del cambio climático se debe cuidar a los desprotegidos, principalmente a los pobres y destacó que debe existir compromiso con la sociedad para cuidar.
“La Encíclica se desarrolla en torno al concepto de ecología integral, aquella que integra y articula las relaciones fundamentales de la persona, la relación con Dios, con uno mismo, con los demás seres humanos y con la creación. Lo primero que quiere el Papa es que a partir de los recientes descubrimientos científicos, sepan escuchar la situación de nuestra hermana tierra”, afirmó.
Según el arzobispo, el Papa Francisco, también indicó que se cometen pecados contra la creación, y aseguró “la Encíclica es una urgente invitación a realizar un itinerario ético y espiritual a través de sus diferentes capítulos”.
Además, resaltó la importancia de la ciencia como medio para conocer las necesidades y desafíos que se plantea el mundo. Por otra parte, agregó que el Papa describe que “la tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería, y el origen de la cultura del desastre”.
El documento destaca la importancia del agua y su contaminación, pues incluso se niega el derecho a la vida, y que el deterioró afecta a los más débiles, que son afectados por un consumismo extremo.
Asimismo Vian, dijo que existe un adormecimiento e irresponsabilidad para tratar el tema, y lanzó la interrogante para Guatemala.
EL MENSAJE DEL PAPA
En la Encíclica, el sumo pontífice exhorta a actuar urgentemente para proteger la Tierra y combatir el cambio climático, que dice se debe «en su mayor parte» a la actividad humana y la quema de combustibles fósiles.
En el texto, el Papa explica tanto las razones científicas como las morales para proteger la creación de Dios, al tiempo que hace notar que los pobres ya son los que más sufren por la contaminación atmosférica y el vertido de desechos tóxicos, al tiempo que seguirán cargando con la peor parte del aumento en los niveles del mar y de las condiciones meteorológicas extremas. El borrador dice que los problemas ecológicos no se deben al crecimiento de la población, sino más bien al comportamiento consumista y desperdiciado de los ricos.
Francisco respalda sus comentarios con datos científicos que muestran el impacto sobre el planeta de la continua pérdida de biodiversidad en la selva amazónica, el derretimiento de los glaciares del Ártico, la sobrepesca en los océanos y la contaminación del suministro de agua dulce en el mundo.