Por LORI HINNANT y ANGELA CHARLTON
PARÍS
AP

Francia convocó a la Embajadora estadounidense al ministerio de Exteriores y el Presidente mantuvo reuniones de emergencia hoy tras las revelaciones de WikiLeaks de que la Agencia Nacional de Seguridad había espiado a los últimos tres mandatarios del país europeo.

El presidente francés François Hollande calificó las revelaciones como una brecha de seguridad «inaceptable».

Los documentos parecen mostrar a altos funcionarios de París entre 2006 y 2012 hablando con franqueza sobre la economía griega y las relaciones con Alemania, así como del espionaje estadounidense a sus aliados. Aunque no hubo grandes sorpresas, la difusión de los archivos provocó furia y bochorno en el gobierno francés.

La embajadora Jane Hartley fue convocada al ministerio de Exteriores, dijo el vocero oficial Stephane Le Foll. Hollande enviará próximamente a Washington al principal coordinador de inteligencia para asegurarse de que se han cumplido las promesas hechas después de las revelaciones de 2013 y 2014 sobre actividades de la NSA.

El vocero del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense Ned Price dijo en un comunicado el martes por la noche que Estados Unidos «no está interviniendo ni intervendrá las comunicaciones del presidente Hollande». Price no respondió a afirmaciones de que Estados Unidos había espiado anteriormente a Hollande o sus predecesores, Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac.

Hollande convocó a dos reuniones de emergencia el miércoles como resultado de las filtraciones: primero con los máximos cargos de seguridad y luego con los jefes parlamentarios.

En la reunión de gabinete del miércoles, «recordamos a todos los ministros que deben ser cautos en sus conversaciones», dijo Le Foll.

Dos de los cables filtrados —que tratan del entonces presidente Sarkozy y su predecesor Chirac, estaban rotulados «USA, AUS, CAN, GBR, NZL», un indicio de que el material sería compartido con Gran Bretaña, Canadá y otros miembros de la alianza de inteligencia llamada «Cinco Ojos».

Los documentos publicados por el diario francés Liberation y el cibersitio de investigación Mediapart significan que Francia se ha unido a Alemania en la lista de países aliados de Estados Unidos a los que vigiló la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés).

«Esto implica actos inaceptables que ya han dado pie a discusiones entre Estados Unidos y Francia», dijo Hollande en un comunicado tras una reunión de emergencia del consejo de defensa.

El comunicado indicó que Francia ha reforzado sus medidas de protección tras conocer el documento, sin entrar en detalles.

La divulgación parece haber sido planeada para coincidir con una votación en el Parlamento francés sobre una iniciativa de espionaje que legaliza la amplia vigilancia de presuntos terroristas. El Senado aprobó la norma el martes y está previsto que la cámara baja haga lo propio el miércoles.

No hubo confirmación inmediata sobre la veracidad de los documentos, que se referían a escuchas entre 2006 y 2012, aunque WikiLeaks tiene experiencia previa en la publicación de material de inteligencia y cables diplomáticos.

Francia es uno de los países aliados de Estados Unidos que dependen en gran parte de la capacidad de espionaje estadounidense para evitar amenazas terroristas y de otra clase.

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