Walter Juárez Estrada
Los partidos políticos han proliferado en los últimos años, que en el correr del tiempo, se han perfilado como empresas mercantiles, cuyos dirigentes fundan una institución política, sí mística, cuyo objetivo es asaltar el poder y vivir a cuerpo de rey, lo que prometen en las campañas políticas, no cumplen como lo hemos visto desde hace años.
Se recuerda los partidos políticos de hace años. Como el Movimiento de Liberación Nacional, que saltó a la palestra política, al derrotar al gobierno revolucionario del llamado soldado del pueblo, Jacobo Árbenz Guzmán, que en los años que dirigió el país, intentó hacer una verdadera revolución, favoreciendo a la gente desposeída, pero sus ideales se truncaron por la invasión liberacionista financiada por la crema ignota de derecha norteamericana, especialmente de las fruteras.
Otro partido que tenía ideales de progreso fue indudablemente la Democracia Cristiana Guatemalteca, con un líder de ideas innovadoras como René Armando de León Schotter, pero al llegar al poder con Vinicio Cerezo Arévalo los amigotes de éste, sepultaron los ideales de los demócratas y la entidad desapareció y es difícil que en actuales momentos surjan partidos con ideales innovadores, porque a sus dirigentes lo que les interesa es hacer dinero y olvidarse que Guatemala, debe salir de esa encerrona que el actual gobierno corrupto de Giammattei, nos ha llevado a sufrir y padecer de muchos males.
Se conoce que hasta hoy más de 25 partidos están inscritos para las elecciones próximas e igual número de comités pujan para que se les registre y así participar en los comicios que podrían ser convocados para el 23 de junio del año entrante y si hay segunda ronda, el evento se programaría para el 23 de septiembre de ese mismo año.
Varios de los partidos que pugnan para participar en el proceso entrante tienen irregularidades y podrían tener tacha para postular candidatos, pero como se duda de los magistrados del Tribunal Supremo Electoral, ahora todos es posible cuando es la corrupción y la cuasi dictadura que sigue creciendo a pasos agigantados.
Es imperativo hacer una depuración a fondo sin límites y complacencias en los partidos políticos. Esta engavetada en la comisión de asuntos electorales del Congreso, los proyectos de reforma a la actual ley electoral y de partidos políticos que no avanza por los mismos intereses espurios de los diputados y por supuesto de los jueces electorales. El tiempo avanza y no se ve nada concreto, por lo que se exhorta al pueblo a exigir a los magistrados y a los diputados que procedan a reformar la ley que regula los procesos electorales, porque nadie quiere tropezar con la misma piedra y elegir un presidente corrupto, con diputados incapaces y con alcaldes que se codean con narcos y que están en campaña y de eso se hace de la vista gorda el ente electoral.
Es necesario se depuren los partidos políticos, con sanciones drásticas, porque no es posible que una población de casi 10 millones aptos para votar, sea una marioneta de los dirigentes que como ya quedó dicho, lo que les interesa es llegar al poder a robar y olvidarse de las promesas de campaña, como ha sido en los últimos procesos y aquí no estamos diciendo mentiras, ni descubriendo el agua azucarada, sino decir la verdad, aunque les caiga mal a esos corruptos que ya son conocidos por el pueblo.