Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
Todo ser humano desea ser exitoso, no importando cuál sea la actividad o el lugar donde ejerce y desarrolla su labor y vida.
A razón de lo que los guatemaltecos llamamos el “Serranazo”, la decisión constitucional de depurar el Congreso de la República; es decir, de disolverlo prematuramente y convocar a elecciones para concluir el mandato de quienes se les estaba dejando sin efecto su calidad de diputados, se produjo una elección de legisladores en la cual el pueblo soberano eligió un nuevo Congreso.
En dicha elección tuve la circunstancia de asistir a diferentes foros donde conocí a Alfonso Portillo Cabrera, quien en representación de la Democracia Cristiana Guatemalteca participó. Yo lo hice en nombre del Frente Republicano Guatemalteco, FRG, único partido al que pertenecí por más de 25 años.
Fue en la ciudad de Cobán, Alta Verapaz, donde después de un foro compartimos la misma mesa junto a mi esposa con Alfonso y su joven pareja, Evelyn Morataya. Transcurrido el tiempo, tras ser electos diputados fuimos mutuamente conociéndonos y comprobando que nuestros principios económicos, sociales y políticos coincidían en varios aspectos.
Fue en esa legislatura que Portillo y otros diputados de la Democracia Cristiana plantearon y se incorporaron a la bancada del FRG en el Congreso, lo que a su vez paulatinamente implicó que fuera conocido y considerado como una alternativa a la candidatura presidencial del partido FRG en las siguientes elecciones, en las que la mayoría de miembros del partido me propusieron ser el candidato vicepresidencial, propuesta que decliné por cuanto mi aspiración en ese momento era la de continuar en el Organismo Legislativo, lo que posteriormente por una decisión interna fue suspendida como consecuencia de acciones jurídicas en contra de Harris Whitbeck, Efraín Ríos Montt y mi persona, que hicieran miembros del Partido de Avanzada Nacional.
Como Fiscal General ante el Tribunal Supremo Electoral me correspondió jugar un papel activo buscando el triunfo del FRG en las elecciones generales, donde por escasísimo margen de diferencia de votantes a nivel nacional, producido principalmente en la capital, el FRG y Alfonso no ganaron las elecciones generales que ganó Álvaro Arzú como presidente y Luis Flores como vicepresidente de la República.
En la primera sesión del Comité Ejecutivo, después de esas elecciones se decidió que Alfonso continuaría siendo el precandidato presidencial y mi persona el precandidato vicepresidencial.
Asimismo, cumpliendo con los Acuerdos de Paz, el FRG recorrió la totalidad de los municipios del país informando a la población y pidiendo que concurriera a votar en la consulta popular por el Sí y de esa forma modificar y en parte actualizar la Constitución de la República, lamentablemente el resultado fue el No; todo ello implicó que durante casi un año el general José Efraín Ríos Montt, Alfonso Portillo y yo viviéramos y compartiéramos de forma muy estrecha, lo que sin duda alguna conllevó a un acercamiento y conocimiento mutuo muy fuerte.
¡Guatemala es primero!
Continuará