Marco Tulio Trejo

mttrejopaiz@gmail.com

Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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Marco Trejo

No me queda la menor duda de que la maquinaria del gobierno se encuentra oxidada y está a muy poco de quedar fuera de servicio, uno llega a las diferentes instituciones del Estado y no nos cuesta damos cuenta de que no sirven o sirven muy poco, colocaron personas sin mística e ineficientes para solucionar problemas, sin capacidad, sin mérito, simplemente porque han apoyado los diferentes procesos políticos que los han puesto en la silla presidencial.

En la mayoría de las instituciones vemos lo mismo, el sindicalismo en vez de mejorar la burocracia vino a sumarse a la corrupción existente en el país, sus líderes se han enquistado en las instituciones y se han convertido en los dueños de los entes burocráticos que deberían estar al servicio de una población que requiere de entidades eficientes y no como los que tenemos ahora: abandonadas e inoperantes.

Los “politiqueros” priorizaron el clientelismo y se olvidaron de la experiencia, la capacidad y la eficiencia de las personas, se tiene una Ley de Servicio Civil que ni de adorno sirve, la han obviado y han privado los intereses personales sobre los de las mayorías, lo cual nos tiene estancados en el tiempo. El próximo gobierno tiene un gran reto, porque la forma como se hizo, en este gobierno, con el denominado “Centro de Gobierno”, solamente nos llevó a tener funcionarios que solamente ven la forma de convertirse en los nuevos ricos de este país.

Los políticos tienen la obligación moral de dejar leyes que funcionen, que convierta a las instituciones en entes modernos, por lo que es necesario que se tenga una Ley de Contrataciones transparente, una Ley de Servicio Civil efectiva, una Ley de Presupuesto eficiente, una Ley Electoral y de Partidos Políticos transparente, que nos permitan conocer de manera clara los procesos que se tienen que llevar para tener un gobierno eficiente.

Para verificar todo esto que he escrito, simplemente lo podemos corroborar al revisar los índices de desarrollo con los que cuenta el Estado de Guatemala, los cuales son totalmente nefastos y negativos por donde los veamos o analicemos en temas de educación, salud, seguridad, nutrición, seguridad alimentaria, entre otros.

Por eso es que necesitamos que “gente honorable” se involucre, en el próximo proceso electoral y se conviertan en los personajes que revolucionen el sistema obsoleto y deteriorado con el que contamos. No tenemos líderes que pongan el ejemplo, pero un ejemplo digno y honesto que nos enseñen a no prestarnos a actos de corrupción que nos tiene como uno de los países latinoamericanos más corruptos.

Los partidos políticos son los entes encargados de promover un cambio de cultura, pero con el ejemplo y que demuestren que estamos cansados de tanta “corruptela”, que si no hay una comisión de por medio no camina nada. Por eso es tan importante que la juventud venga a realizar los cambios y cambien el destino de este país que se encuentran en trapos de cucaracha, que necesita un nuevo “tacuche” que nos permita salir de las cenizas en las que nos encontramos.

La mayoría de guatemaltecos estamos convencidos de que queremos un mejor futuro, un nuevo modelo donde todos nos beneficiemos con trabajo y demostrarle, al mundo que no somos una sociedad de “transeros”, sino que somos un país que quiere cambiar para dejarle nuevas perspectivas de vida a nuestras próximas generaciones.

Tenemos que exigir que la nueva legislatura ordene las prioridades sociales y no se vaya por los intereses personales y políticos, se debe hacer un estudio de las leyes vigentes y forjar nuevos horizontes, pero con certeza jurídica que nos de nuevos aires y nos permita encontrar la salida de los problemas sociales, económicos y legales que tenemos en este momento.

Se hace imperante que los guatemaltecos nos pongamos de acuerdo en la forma como se puede transformar el país y eso solamente se puede hacer con acuerdos serios y con madurez política que nos lleve a un mejor puerto. Por eso es que digo que necesitamos una nueva versión de gobernantes y gobernados.

Las reglas del juego deben cambiar y surgir nuevas prácticas, no debemos dejar que ese juego de la izquierda y la derecha nos siga destruyendo, porque eso no nos trae nada bueno para lograr los cambios que anhelamos. Esa lucha de poder nos está hundiendo y lo peor es que no nos hemos dado cuenta.

Se tiene que buscar la forma de exigirle a los funcionarios que hagan su trabajo y cumplan su función, que dejen de llenarse los bolsillos con “negocios turbios” que solamente los beneficia a ellos, sus familias y amigos cercanos (léase operadores políticos).

Los gobernantes deben sumar en beneficio de sus gobernados y no como sucede ahora, urge ese cambio radical que nos permita una nueva forma de hacer gobierno, por lo que en las próximas elecciones generales se debe meditar bien el voto y que este análisis nos lleva a escoger esa nueva versión que necesitamos.

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