BUENOS AIRES
Agencia AP

El sobrino del Pontífice, de 38 años, sufrió una «fractura expuesta de húmero derecho, traumatismo cerrado toracoabdominal» y «lesión hepática y esplénica», informó a medios de prensa Liliana Abraham, directora del Hospital Pasteur de la localidad de Villa María, en la provincia de Córdoba, situada en el centro geográfico de Argentina.

Ignacio Bruno, subdirector del hospital, dijo al canal de cable Todo Noticias que «el estado del paciente es de mucha inestabilidad, sobre todo en cuanto a los parámetros hemodinámicos, por lo que sería un riesgo moverlo. Es un cuadro grave con pronóstico reservado».

Según Bruno, la mujer de Emanuel Bergoglio y su hijo más pequeño murieron en el accidente «y el otro chico ingresó en el hospital pero falleció, no resistió».

La policía ha identificado a los fallecidos en el accidente como Valeria Carmona, de 36 años; José Bergoglio, de ocho meses, y Antonio Bergoglio, de dos años. Según medios de prensa, Emanuel Bergoglio es hijo del fallecido hermano del Papa, Alberto Bergoglio.

Federico Lombardi, vocero del Papa, señaló que el pontífice «ha sido informado de este trágico accidente, está sumamente acongojado». Francisco, añadió, «pide que todos lo que comparten su dolor se le unan en oraciones».

Según la policía, el accidente se produjo en la madrugada de hoy, a la altura de la localidad cordobesa de James Craik, 110 kilómetros al sudeste de la ciudad de Córdoba, cuando el Chevrolet Spin en que la familia regresaba a su casa de la ciudad de Buenos Aires tras pasar el fin de semana y el feriado del lunes chocó contra la parte trasera de un camión cargado de maíz.

Raúl Pombo, el conductor del camión Ford Fargo, resultó ileso.

El comisario inspector Dante Arévalo señaló que los «dos vehículos circulaban en el mismo sentido» y que el automóvil en el que viajaba la familia «quedó incrustado» en la parte posterior del camión.

Pombo señaló a su vez a emisoras radiales que sintió un repentino impacto en el camión. «Miré por el espejo y cuando me tiro a la banquina estaba el auto metido abajo, no sé qué le pasó».

Agregó que «y no estaba ni parado ni nada… Apenas me tiré a la banquina empecé a parar los autos para pedir matafuegos porque se había terminado el mío, y con la ayuda de muchos otros que me facilitaron el matafuegos evitamos que se incendiara».

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