Moisés Naím es un escritor y columnista venezolano muy respetado que desempeñó funciones públicas en su país durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, y en sus análisis de la situación mundial en términos políticos ha acuñado el concepto de las tres Ps que caracterizan no sólo el ejercicio de la política sino condicionan el comportamiento de los pueblos. Y es que él destaca que actualmente estamos bajo la influencia severa del Populismo, que no necesariamente va amarrado con alguna ideología, la Polarización que divide artificialmente a las sociedades de manera que no se puedan lograr acuerdos entre la gente para superar las dificultades y la Posverdad que se refiere a las formas de propaganda que hacen los políticos en estos tiempos en los que, recurriendo a teorías de conspiración, crean y arraigan en la mente de la gente pensamientos que no tienen en absoluto nada que ver con la realidad.
A mí me parece muy acertado el enfoque de Naím porque es evidente que en el mundo existe una tendencia brutal a ceder ante las nuevas formas de populismo que van surgiendo y que, repito, no se identifican exclusivamente con alguna ideología. Hubo épocas en las que se decía que los populistas eran demagogos de la izquierda que hablaban de lo que el pueblo quería escuchar, pero la realidad ha demostrado que lo mismo pueden hacer, y generalmente con mucho éxito, políticos de la otra extrema del espectro. En buena medida el efecto provocado por el trumpismo en Estados Unidos, pero que se ha replicado en otros países del mundo, ha sido brutal gracias a una nueva forma de comunicación que facilita la propagación de ese tipo de políticas que, por supuesto, florecen y se reproducen a velocidad de rayo en las redes sociales.
Pero ese populismo no sería tan exitoso sino fuera acompañado de la polarización artificialmente creada para mantener divididas a las sociedades sin la posibilidad de encontrar puntos de acuerdo que puedan significar una toma de fuerza para los que no han caído en las redes de los extremismos populistas. En Guatemala vimos cómo, luego del inicio de la lucha contra la corrupción y la sindicación que se hizo contra algunos prominentes personajes del ámbito empresarial, se revivió aquella confrontación surgida en el año 1954 y que nos ha acompañado buena parte de nuestra vida, pero de manera muy especial tras el maligno diseño que se hizo de una estrategia de uso de las redes sociales para sembrar odio y división.
Y la forma de perpetuar la existencia de ese avasallador populismo y la destructiva polarización es la creación de esa Posverdad que distorsiona por completo la realidad. Lo que antes se consideraba como propaganda o demagogia, ahora se llama Posverdad porque da certificación de certeza a todas las teorías de conspiración que proliferan en el mundo.
Si algún país tiene experiencia y ha sentido las consecuencias de las tres Ps de Moisés Naím es Guatemala, donde se han arraigado tanto que podemos decir sin temor a equivocación que ya nos llevó la cuarta gran P.