Factor Méndez Doninelli

Felicitaciones colegas. Este día, la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), la máxima entidad de prensa del país celebra setenta y cinco años de existencia, ¡bien vividos, defendiendo sin tregua y con dignidad las libertades de pensamiento, expresión, información y prensa! Sin dobleces, sin servilismos, pero con persistente energía y coraje. Cuando sus ilustres fundadores le dieron vida, juraron defender la libre emisión del pensamiento.

Desde entonces, la asociación se ha nutrido con varias generaciones de periodistas y muchas cosas han pasado. Como todo colectivo formado por seres humanos, su historia de vida está llena de luces y sombras. La APG nació en 1947, en los albores de la Revolución de Octubre de 1944, sobrevivió a la contrarrevolución de 1954, se mantuvo erguida ante las dictaduras militares, resistió a la imposición de censuras, a la represión contrainsurgente, a la intolerancia y el abuso de las élites depredadoras y fascistas.

Pero ese sitial de dignidad bien logrado, tuvo y tiene su costo social, son muchos los colegas mujeres y hombres a quienes el Estado y sus fuerzas de seguridad, les arrebató la vida violentamente. En el pasado reciente, las oleadas represivas contra periodistas se caracterizaron por amenazas, intimidaciones, atentados, detenciones ilegales y arbitrarias, torturas, ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada o involuntaria; sucedía con frecuencia durante el Conflicto Armado Interno. En la actualidad la estrategia es otra, además de amenazas, intimidaciones, atentados, detenciones ilegales y arbitrarias, en algunos casos, se suma la criminalización y judicialización. La situación actual, obliga a otros a buscar asilo para proteger su vida y la de su familia.

El Observatorio de Periodistas de la APG, presentará el próximo 3 de mayo, el informe trimestral enero-marzo 2022, sobre la situación de la libertad de expresión y emisión del pensamiento en Guatemala. El citado informe al que tuve acceso, analiza la situación complicada para el ejercicio periodístico en el país, individualiza ejemplos de los ataques contra la libertad de expresión y contrasta las estadísticas de denuncias ante el Ministerio Público (MP) y la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH). Identifica los tipos de agresión más frecuentes, a los presuntos responsables, las agresiones por departamento, las denuncias recibidas por la Fiscalía de Delitos contra Periodistas del MP y las presentadas ante la Defensoría de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la PDH.

Afirma el citado informe, que las agresiones más frecuentes son: Obstrucción a la fuente. Acoso judicial. Amenazas y agresiones físicas. En relación a los presuntos responsables, se señala a: Autoridades (sin especificar), a miembros de las fuerzas de seguridad del Estado (ejército y policías) y a desconocidos. Al segregar los datos por departamento, las incidencias más altas se registran en Guatemala (16), Alta Verapaz (3), e Izabal/Huehuetenango (2). Según estadísticas del MP, las denuncias recibidas en la Fiscalía de Delitos contra Periodistas son: Violación de correspondencia y Coacción/Amenazas. Mientras que, la PDH reporta que las denuncias ante la Defensoría de Personas defensoras de derechos humanos y periodistas son: Negar acceso a la información. Amenazas a la integridad personal e intimidaciones.

En Guatemala como en muchos otros países del mundo, el ejercicio profesional del periodismo es de alto riesgo, en nuestra propia vecindad tenemos ejemplos negativos, así lo demuestran los hechos en México, Nicaragua o El Salvador. Esas adversidades históricas, fortalecen la decisión inquebrantable e incorruptible de cerrar filas en defensa de la libre emisión del pensamiento, sin censuras ni ataduras de ninguna naturaleza.

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