Martín Banús
marbanlahora@gmail.com

Se requieren acciones tajantes y sin contemplaciones, o las cosas empeorarán…

En medio de toda esa exuberante como fecunda filosofía griega existe una leyenda que nos habla del “nudo gordiano”. El “nudo gordiano” es una expresión cuyo nombre procede de Gordias, quien fuera un modesto labrador y quien por presagio del oráculo, pararía convirtiéndose en Rey de Frigia, (hoy, Anatolia, Turquía). Según la leyenda, Gordias, al ser coronado, en agradecimiento ofrendó su carreta a Zeus, y ató su lanza y su yugo con un nudo, cuyos cabos de la soga se escondían en su interior, haciéndolo tan complicado que nadie podía desatarlo. Según aquella leyenda, quien lo lograra, conquistaría el Asia… Alejandro Magno, en su camino a Persia, conquista Frigia y se enfrenta con el reto de desatar aquel nudo terrible hecho por Gordias… Después de un par de intentos, sin más, y ante el sombro de los presentes que ya lo habían infructuosamente intentado, corta con su espada y de un tajo, el nudo, ante el asombro de los presentes, más preocupados en “desatarlo”, que en conquistar el Asia. Zeus se complace con la solución, pues el fin superior no era desatar el nudo, sino conquistar el Asia.

Hoy Guatemala presenta un problema semejante. Se obsesiona con la forma y olvida el fin superior, que es, ¡hacer una nación superior!

Debemos recurrir, tal como Alejandro Magno lo hizo, a la inventiva y a la audacia para conquistar el país decente y progresista que todos deseamos. Cortar tajantemente y sin contemplaciones, ese nudo hecho y mantenido por tramposos.

Ahora resulta que quienes nos trajeron a esta triste situación, son los que pretenden decirnos cómo mantener en pie las estructuras legales y funcionales de una casa que ya se cayó…
Son los mismos farsantes, ladrones e ineptos que forjaron un sistema “legalmente”, y se apoderaron del Estado, con todas las consecuencias consabidas. Este, además, es un sistema que ha demostrado ser incapaz de autopurgarse: El Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, son una perfecta tranza de criminales desvergonzados que se hacen llamar, “gobierno”. ¡Qué cinismo más enfermizo! Debemos manifestarles nuestro repudio más radical… ¡No a las elecciones que son más de lo mismo! ¡Sí a la reforma total y profunda del Estado!

Como ciudadanos debemos discutir detenidamente y consensuar, todos y a consciencia, qué fue lo que hizo que llegáramos a esta lamentable situación, y qué es lo que esperamos y estamos dispuestos a darle al país, a cambio. ¡Es vital! ¡Debemos hacerlo por nuestros hijos y nietos!

Algunos pasos y consideraciones que consideramos imprescindibles para cortar nuestro nudo:

1. ¡O.P.M. debe renunciar o ser depuesto! ¿Cómo aceptarlo como Presidente, cuando se ha enriquecido tan descaradamente con nuestro dinero? Imposible mantenerlo en su cargo, –aunque el embajador Robinson tenga otras instrucciones–, después de nombrar a ladrones en puestos clave de su administración. Pérez Molina ya no sólo no representa la unidad de los guatemaltecos sino que es profundamente repudiado, incluso por quienes votaron por él. De no renunciar, será directo responsable de cualquier derramamiento de sangre que de aquí en adelante se dé por esa causa.
2. Maldonado Aguirre ya como Presidente, debe pedir la renuncia de todo el Gabinete puesto por O.P.M., y aceptar las que considere necesarias. También, –y esto es vital–, debe exigir a la embajada estadounidense, que no se aceptarán más intromisiones en los asuntos internos de Guatemala, so pena de exigir la salida del Embajador Robinson. ¡Qué desfachatez! E.U.A. es parte de ese pasado que nos mantiene, sí, vivos, pero en permanente estado de coma. Ahí están los rusos y los chinos, deseosos de ayudarnos sin tanto abuso, condición ni intromisión…
3. El soberano por su parte, debe exigir la cancelación de las elecciones programadas para septiembre de este año. ¡No nos dejemos engañar! Estamos en el momento ideal para exigirlo: Un período gubernamental que termina desastrosamente y con una campaña electoral en la que, primero, existe una falta total de transparencia en el financiamiento de los partidos punteros. Y segundo, se han incumplido reiteradamente todas las exigencias y requerimientos de un pálido y pipiriciego T.S.E.
4. Se debe obligadamente revisar y modificar todo el Código Procesal Penal. Sustituir a la mayoría de fiscales, jueces y magistrados. Se debe implementar la pena de muerte, así como también suplir esa farsa llamada “granjas de rehabilitación”, por una nueva red penitenciaria acorde a las necesidades. La consigna: ¡Todo criminal será castigado rigurosamente, sin falta y sin demora!
5. Con la ayuda del soberano que los puso ahí, se disolverá el Congreso y se nombrará un gobierno provisional para gobernar por decreto y por el tiempo necesario, hasta sentar las bases que garanticen lo que deseemos hacer con Guatemala.

Todo esto y algunas cositas más, sólo para comenzar a poner orden en este nudo gordiano, llamado Guatemala.

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