El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó el viernes que México no es «colonia» de Rusia, China, ni Estados Unidos y rechazó que su gobierno envíe espías al exterior.
Así respondió López Obrador a las afirmaciones que realizó esta semana el Jefe del Comando Norte estadounidense, general Glen VanHerck, quien aseguró que la mayor cantidad de agentes de inteligencia rusos están en México.
Al desestimar los comentarios de VanHerck ante un comité del Senado estadounidense, el gobernante dijo durante su conferencia matutina que «México es un país libre, independiente, soberano, que no somos colonia de Rusia, ni de China, ni de Estados Unidos».
«Nosotros no vamos a Moscú a espiar a nadie, ni vamos a Pekín a espiar qué están haciendo… ni vamos a Washington, ni siquiera a Los Ángeles. No nos metemos en eso», señaló López Obrador tras defender la política de su gobierno de no intervención en los asuntos internos de otros países.
El jefe del Comando Norte dijo a senadores estadounidenses que «la mayor parte de los miembros del GRU (la agencia de espionaje militar de Rusia) en el mundo está en México ahora mismo. Son personal de inteligencia ruso y vigilan muy de cerca sus oportunidades para tener influencia en oportunidades y acceso de los Estados Unidos».
La declaración del alto oficial coincidió con las afirmaciones que realizó la víspera el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, quien se mostró contrario al encuentro que tuvo esta semana el embajador ruso Viktor Koronelli con más de una docena de diputados mexicanos durante la instalación del grupo de amistad México-Rusia.
Tras señalar que había que ser solidario con Ucrania y estar contra Rusia, Salazar dijo durante una visita al Congreso para la instalación del grupo de amistad México-Estados Unidos que «el embajador de Rusia estuvo ayer y dijo que México y Rusia son cercanos, eso nunca puede pasar».
Koronelli celebró el miércoles la posición del gobierno de López Obrador de no unirse a las sanciones que han impuesto otras naciones a Rusia por su invasión a Ucrania y por no apoyar la iniciativa del envío de armas a las fuerzas ucranianas.
«Nosotros valoramos altamente la postura, la posición del gobierno de México ante la crisis ucraniana», dijo el embajador ruso, quien consideró a México uno de los socios más antiguos e importantes de Rusia en la región.
A las críticas contra el encuentro de los diputados mexicanos con Koronelli se sumó la embajadora ucraniana en México, Oksana Dramaretska, quien dijo el jueves a la emisora local Radio Fórmula que «la participación de algunos miembros del Congreso mexicano es una vergüenza; estas personas están mostrando su apoyo a (Vladimir) Putin, su amistad con un régimen criminal».
México, que preside el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha condenado enérgicamente la invasión de Rusia a Ucrania, pero se ha negado a imponer sanciones al gobierno de Putin y a las empresas rusas.