Cuando hablan las cosas

 Soy el perro que espera mirando hacia el volcán azul que está en el cielo
derramo lágrimas al imaginar ilusiones imposibles
otras vidas que entrego a las nubes
sé que las cuidarán su eternidad
porque se las regalan a las aves negras y al viento loco que aman
soy el perro que espera mirando hacia el cielo azul que está en el volcán
quemo palabras en un fuego blanco
siento su calor cuando quiero decir frío
para acabar el universo solo necesito un punto final.

El que inventa las leyes inventa la justicia

Cuando la luna hace el papel de nube la eternidad azul se sabe sola
hay momentos que son sin palabras y los tomas para guardarlos en tu silencio
hasta que la inmortalidad los vuelva olvido
salvados en el círculo musical del tiempo y su caligrafía cotidiana
solo los testigos de ese segundo estarán sentenciados a callar
porque, en el juicio improbable de la salvación,
se les condene a la vida sin recuerdos
o morir y no olvidar jamás.

Le cambié el final en el huerto
 Solo podía ser en un atardecer porque a espaldas del sol todo es un sueño
imagino la rutina perfecta de tus pasos
las piedras señaladas
la mariposa que se posa en tu costado
el ritmo musical del viento
un olivo que te sonríe
la puntual soledad
tragedia
comedia
drama
fantasía
tu historia iba a ser entendida desde la sombra de las interpretaciones
escrita sin palabras en el lenguaje limitado de los hombres
porque el habla divina es solo silencio

en las infinitas estrellas, mientras el tiempo era un instante,
colocas las máscaras de
mesías, amor, salvación, Dios, hijo sin padre, carpintero, judío o milagro
al final
tomas una que nunca usas
y terminas la pasión.

Judas
 Habitaba la soledad acompañado de su vida
con una maravillosa rutina intermitente
alguno de los dos siempre se quedaba en casa
ese insólito lugar de muros transparentes se fue llenando de cosas y palabras
todas abatidas por su significado
hasta que la puerta sin llave de la entrada se cansó de la libertad
como esos once cobardes apóstoles que prefirieron la ruta del valor para predicar su fe
en lugar de vivir el terrible miedo al amor

todo aquel que imagine lo que sigue es un suicida.

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