Los mercados mundiales seguían estremecidos el lunes por los recientes acontecimientos mundiales, como la invasión rusa de Ucrania y la inminente reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos para decidir sobre las tasas de interés.
En la Bolsa de Valores de Nueva York, el índice S&P 500 bajaba 0,2% en la tarde y el rendimiento del bonos del Tesoro a 10 años alcanzaba alturas no vistas desde el verano del 2019. El promedio industrial Dow Jones crecía 171 unidades (0,5%) para quedar en 33.115 y el tecnológico Nasdaq disminuía en 1,2%.
En otras partes del mundo, los mercados financieros mostraban tendencias dispares. Los europeos subían, mientras que el de Hong Kong caía pronunciadamente cuando la vecina ciudad de Shenzhen ordenó un confinamiento colectivo para combatir el peor brote de COVID-19 en China desde que comenzó la pandemia.
Los precios del petróleo disminuían. El petróleo estadounidense perdía 6,9% para ubicarse en 101,81 dólares por barril. El crudo Brent, usado como referencia internacional, bajaba 6,7% a 105,13 dólares el barril.
Los mercados financieros internacionales han protagonizado violentos altibajos las últimas semanas, en medio de inquietudes de que la economía mundial se dirige a una tóxica combinación de alta inflación y bajo crecimiento.
La invasión rusa de Ucrania ha hecho subir los precios de petróleo, trigo y otras materias primas producidas en esa región. Eso a su vez ha ocasionado abruptos movimientos en los mercados mundiales, no solo de un día para otro sino también de una hora a la siguiente, a la vez que las expectativas inflacionarias suben y bajan.
Incluso antes de la guerra los inversionistas estaban nerviosos ya que los bancos centrales del mundo habían anunciado que pronto acabarían con sus masivos de estímulos económicos, aprobados para contrarrestar los efectos de la pandemia.
El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años saltó de 2,00% a 2,12%. El de dos años, que varía más según la expectativa de cambios de políticas de la Reserva Federal, aumentaba de 1,75% a 1,82%.
En Hong Kong, el índice Hang Seng perdía 5% y índice tecnológico cedía 11%. La bolsa en Shanghái caía en 2,6%.