Marco Tulio Trejo

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Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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Marco Trejo

La credibilidad del Ministerio Público (MP) se ha deteriorado, en los últimos dos años, como nunca se había visto, aquel ente investigador que en 1992 nació como una institución para fortalecer el Sistema de justica, ahora se ha convertido en una entidad que es señalada de “criminalizar” a sus trabajadores.

Basta revisar las redes sociales para darnos cuenta de esta situación, los guatemaltecos no creen en el trabajo que realiza el MP, lo cual es totalmente lamentable porque es el ente investigador que debe velar por el cumplimiento de las leyes que rigen el Estado de Derecho de este país.

Por esa razón es que el nuevo jefe del Ministerio Público debe ser un ciudadano que tenga reputación, que goce la credibilidad necesaria para dirigir uno de los eslabones importantes en la cadena de justicia y que su nombre sea intachable, para que pueda dar certeza jurídica.

El Decreto No. 40-94 “Ley Orgánica del Ministerio Público”, es bien claro y otorga la potestad para que sea un órgano autónomo encargado de ejercer la persecución y la acción penal pública.

El Código Procesal Penal que entró en vigencia en 1994, trajo consigo una serie de funciones y responsabilidades para el Ministerio Público, que le da las “facultades de dirección de la investigación en la denominada etapa preparatoria y, las facultades de acusación para el ejercicio de la persecución penal propiamente dicha”.

Por eso es lamentable que para la elección de un nuevo Fiscal General o su continuidad en el cargo no se tome en cuenta el artículo 113 de la Constitución Política de la República que reza: “Los guatemaltecos tienen derecho a optar a empleos o cargos públicos y para su otorgamiento no se atenderá más que a razones fundadas en méritos de capacidad, idoneidad y honradez”, lo cual es más claro que el agua pero que se lo han pasado por la cruz del pantalón.

Es vergonzoso que el gobierno de los Estados Unidos salga a decir que han perdido la credibilidad en el trabajo que realiza el Ministerio Público (MP), para combatir la corrupción que se presenta en los tres organismos del Estado, lo cual ha debilitado la imagen institucional de nuestro ente investigador.

El país en América Latina es visto como uno de los más corruptos, los cual nos pone en el ojo de la comunidad internacional, porque también se han sumado a estos señalamientos otros países europeos que coinciden con la percepción del gobierno estadounidense, por lo que es necesario que se transparente la nueva elección que permitirá, en mayo de este año, que asuma el nuevo jefe del MP.

Dicha elección ha estado empañada por los señalamientos que se han realizado contra personajes que han integrado las Comisiones de Postulación y las maniobras politiqueras siguen dándose para que llegue un candidato que tiene intereses oscuros, para favorecer a ciertos sectores de la población.

Actualmente, varios magistrados, jueces y abogados se encuentran procesados por el caso que ha sido denominado “Comisiones Paralelas”, donde se ha señalado injerencia en las Comisiones de Postulación para cooptar las instituciones públicas y permitir que siga dándose la impunidad que ha afectado a este país por muchos años.

El impacto  que ha tenido este caso sobre el Sistema de Justicia es muy duro, porque deja al descubierto muchos aspectos de cómo hemos sido afectados por la corrupción y cómo los encargados de velar por el cumplimiento de las leyes, ponen en peligro la independencia judicial, que nos hace ser un Estado cuyos ciudadanos no gozan de igualdad ante la ley.

Hemos perdido todas las garantías de que no vamos a ser acusados sin fundamento legal, porque en este momento carecemos de autoridades objetivas e imparciales que han perdido la credibilidad ante la sociedad guatemalteca, por lo que esta nueva elección es una prueba más para Guatemala para demostrar que nuestro sistema de Estado no está colapsado y que no se necesita de un “tsunami político” para encauzarnos por el camino correcto.

El cuestionado gobierno del doctor Alejandro Giammattei ha perdido mucha credibilidad y se encuentra en el “ojo del huracán”, por la falta de transparencia que ha demostrado en muchos aspectos de la cosa pública y recientemente el mandatario salió a decir que “doblará rodillas” para decidir de la mejor manera quien será el nuevo jefe del Ministerio Público (MP), lo cual será una decisión clave para dejar bien en claro, si realmente su gobierno está en favor o en contra de la corrupción.

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