Desde la antigüedad, la profesión de la medicina ha sido objeto de numerosos estudios, ensayos, escritos y reflexiones. El tema no se ha salvado de la literatura y como bien señalan clínicos de todos los tiempos, varias obras literarias, son auténticas historias clínicas que reflejan signos, síntomas, métodos y técnicas diagnósticas y terapéuticas, epidemiología y problemas sanitarios bien y mal abordados por las ciencias médicas y la relación de estas con otras activables humanas. El tema de la medicalización no resulta ajeno a ello.

Ninguna industria en el mundo ha crecido tanto en los últimos tres años, como la farmacéutica y la de equipos y materiales médicos, aunque ya lo venía haciendo de antaño, gracias a que encontraron como forma de incrementar ganancias, mercantilizar la profesión médica a la par de la promoción del medicamento, quitando con ello al médico de las manos la ciencia y un buen ejercicio profesional, obligándolos a compartir con la publicidad y el mercado.

Jules Romains es un escritor francés que utilizando la diversión en su obra teatral «Knock», subtitulada irónicamente, «el triunfo de la medicina» nos perfila a principios del siglo XX, el nacimiento de un nuevo médico movido por una nueva tesis de práctica médica. A lo largo de la obra teatral, Romains presenta cómo la comercialización va carcomiendo al médico y todos los ambientes de la vida y a lo largo de la vida, de todas las personas.

 

La obra abre con un primer acto, en que un viejo médico vende a un recién graduado, el Dr. Knock, su consultorio. El nuevo galeno explica a su colega, atrincherándose en las palabras del genial médico Claude Bernard, el fundamento de del nuevo ejercicio profesional: “la gente sana son enfermos que se ignoran” y a partir de ello con vanidad, ingenio e hipocresía, y para no cansar a su colega le lanza su conclusión: «En resumen, estimo que, a pesar de todas las tentaciones contrarias, debemos trabajar por la conservación del enfermo».

En el segundo acto de la obra, el Dr. Knock desarrolla su estrategia para alcanzar el culto de la medicalización comunitaria y con ello, el éxito comercial y poder sobre la población. Está más que consciente que su trabajo gira alrededor de creación y divulgación de información.  Lo primero que hace es hacerse de aliados; se pone en contacto con el pregonero, el profesor y el farmacéutico, que serán el medio para la divulgación de la información, divulgación encausada a poner en la mente de la gente su situación precaria de salud y el desconocimiento que de ello poseen. La creación de la información corre a cuenta de él. Todo ello montado con la intención de obtener su objetivo: dominar bajo el influjo de la medicina a toda la población y llenar de autoridad su presencia. Durante las diferentes escenas, a través de las visitas médicas a varios habitantes de la región, se observa la puesta en práctica de ese método: el lenguaje, el miedo a enfermar, la restricción de la vida que se tiene, pero sobre todo la necesidad de un tratamiento farmacológico.  El Dr. Knock usa tres estrategias en su trabajo: propaganda necesaria para poner en alerta a la población sobre el desconocimiento de su precario estado de salud; infunde miedo en el paciente y sus allegados y aumenta la asimetría cognitiva e informativa entre él y su paciente. Entonces en sus manos, poco a poco, la medicina se erige como un poder siendo él su tirano y a su vez, él se vuelve un producto comercial: un vendedor bien pagado de la medicalización.

En el último acto, el viejo médico, formado en una escuela de servicio y una ética profesional diferente que Knock, regresa al pueblo y para su sorpresa, el lenguaje y el concepto de salud y enfermedad que predomina entre la gente que antes conoció, ha cambiado y el ambiente también, pues el hotel de antaño esta convertido en sanatorio, alberga pacientes llegados de toda la región y dentro de él, todo el mundo trabaja a destajo por y para la medicina, tratando de estar sanos y reconociendo su papel de enfermos.  Y todo ese torbellino de la atención médica se encuentra atrapado dentro de una telaraña medicalizada, que al final también atrapa al viejo doctor. Fin de la obra, principio de la realidad.

 

En general, las obras literarias que nos hablan de la medicina, nos muestran una forma de ejercer la medicina y de entender la enfermedad por la población y los profesionales, que no data de ayer y que divulgan cada vez más: La atención médica convertida en un producto y el médico, en su vendedor y este a su vez, en vendedor de las industrias. La salud, la enfermedad, el médico el salubrista y las farmacéuticas, envueltos en un marketing, sin tener en cuenta los sesgos que este pueda ocasionar y al servicio del beneficio económico y la salud. El paciente se convierte en cliente para todo el mecanismo de marketing y la enfermedad y los enfermos en sus grandes motivos de publicidad. De tal manera que la medicina tradicional, con su tripleta dimensional de: científica, profesional y asistencial, poco a poco se va convirtiendo en institución comercial y objetivada como «blanco» de la industria farmacéutica, que ha ido adquiriendo con buenas y malas formas, poder que incluye desde lo que se hace e interpreta en ciencia hasta en lo que se dictamina en política sanitaria; incluso ha llegado a transformar problemas sociales en sanitarios y médicos: síndrome de Sissi (depresión sin que se de cuenta) y uso de antidepresivos. Eyaculación precoz (uso de antidepresivos). Partos de lo más medicalizado. Anticoncepción y terapia hormonal y sustitutiva totalmente medicalizada. Uso preventivo contra obesidad y enfermedad cardiovascular con estatinas: estatinización. Secuestro del comportamiento infantil al punto que en algunos países un 20-30% escolares con tratamientos por hiperactividad (mal muchas veces asociado a victimización en el hogar y la sociedad). Todo ese enfoque, producido en gran escala y a través de la publicidad profesional y comercial: autores fantasmas, pero también médicos que firman artículos, hechos por las casas, por supuesto con el debido pago de laboratorios.

Es pues más que evidente, que en al campo de la medicina, de su eficiencia y efectividad, cada vez confluyen más como factores decisorios en el campo de su gestión y accionar: la industria, el comercio y la política, generando todo tipo de inequidades y problemas al buen ejercicio profesional y en general, un aumento de costos, de malas prácticas e injusticias.  Así que no cabe asustarse ante las agresiones sanitarias a que son objeto pacientes y poblaciones. Por ejemplo, con toda su gravedad, las condiciones en las que muchos médicos tienen que atender hoy en día a sus pacientes en el Sistema Nacional de Salud son nefastas y alejadas de una enseñanza correcta; con apenas tiempo para atender consultas normales; con las urgencias saturadas y las cirugías y otros procedimientos, en aras de la política y el comercio, relegando a un segundo plano la ciencia y el bienestar. En ese contexto, no existe posibilidad de que la atención sea e eficaz, leal, justa bondadosa, sabia, sincera y una relación ética médico-paciente, no existiendo entonces posibilidad de que se establezca una diálogo de compasión, empatía y abnegación.

No en balde entonces, los escritores del Siglo de Oro español usaban como figura primordial el médico, a la vez que retrataban las transgresiones, e irregularidades a los principios de la ética médica, fundamentada en cosas como la torpeza, ignorancia, ineptitud y codicia. Un hecho que ahora implica también a la industria o ¿ es que acaso con la COVID-19, no hemos visto de parte de esta, todo un montaje de lucro y espectáculo de poder?.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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