A partir del 5 de enero de 2022 el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) autorizó la aplicación de la dosis de refuerzo solo tres meses después de haber completado el esquema de inmunización. El anuncio coincidió con un marcado incremento en la demanda de pruebas de COVID-19 y la explosión en casos positivos tras las fiestas de fin de año.
Al cruzar los tres elementos, mientras algunos sectores calificaron de positivo el acortamiento de seis a tres meses para aplicar la dosis de refuerzo, también surgieron varias interrogantes a tan solo un día del anuncio, con varias hipótesis sobre la medida.
Una de esas voces fue de la doctora Zulma Calderón, de la Defensoría de la Salud de la Procuraduría de Derechos Humanos, quien en un tuiter señaló: “CDC mantiene la recomendación de un refuerzo a los 6 meses como se determina en el enlace. ¿Guatemala acortó a 3 meses por el riesgo de vencimiento de las vacunas? La prioridad @MinSaludGuate por el rezago debe ser llegar a los no vacunados y completar esquemas”.
Sin embargo, autoridades de la cartera explicaron que la decisión responde a un análisis conjunto de profesionales y las dinámicas aprobadas a nivel mundial.
DECISIÓN CONSULTADA CON EXPERTOS EN LA MATERIA
El portavoz del Ministerio de Salud, Boris Barrios, dijo que la disposición fue autorizada luego de una reunión del Consejo Nacional Asesor para Inmunizaciones (Conapi) para evaluar los cambios respecto a la dosis de refuerzo. El Conapi es el órgano asesor-técnico en apoyo al Programa de Inmunizaciones, integrado por profesionales en materia de inmunización en general.
Además, la resolución fue tomada con apoyo externo de profesionales en medicina, epidemiología e infectología del país que anteriormente han incidido en las decisiones sobre la seguridad sanitaria durante la pandemia, como la doctora Iriz Cazali, el epidemiólogo Erwin Calgua y el doctor Juan Manuel Luna Villacorta, entre otros.
“El Conapi es quien toma las decisiones, pero podemos venir con el equipo que estuvo en el Congreso y exponer cuando notamos un punto, como el que está pasando con esta ola, y decimos: ‘miren, ahorita hay que vacunar más rápidamente a la gente, entonces disminuyamos el tiempo para lograr que la mayoría esté vacunada en la brevedad posible’”, amplió Calgua, epidemiólogo del Hospital San Juan de Dios.
¿UNA FORMA DE REDUCIR EL RIESGO DE CADUCIDAD?
En algunos espacios se ha especulado que la reducción de tiempo para aplicar el refuerzo es en realidad una estrategia para utilizar rápidamente las vacunas que, según el seguimiento de medios de comunicación, están a punto de caducar, aunque las autoridades de Salud han dicho que esas fechas están para finales de febrero y marzo.
En una citación de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, el diputado Orlando Blanco expuso que las unidades de Sputnik V que arribaron a Guatemala en diciembre (poco más de 3 millones de dosis) caducarían en marzo y abril. Independientemente de la certeza detrás de la denuncia del congresista, el Ministerio de Salud solo ha autorizado la aplicación de tres tipos de refuerzo:
– Pfizer
– Moderna
Lo anterior deja sin cabida esta sospecha detrás de la agilización de la aplicación de la dosis de refuerzo.
OTROS PAÍSES HAN ADOPTADO LA MEDIDA
Funcionarios del Ministerio de Salud refirieron a La Hora que la decisión no fue arbitraria, sino considerando que otras naciones y organizaciones rectoras en Salud han considerado la reducción de seis a tres meses también.
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) estipuló que cualquier persona mayor de 18 años de edad y mayor de 16 con complicaciones, que posean el esquema completo contra el COVID-19, podrá adquirir el refuerzo a los tres meses. El NHS, al igual que Guatemala, remarcó que la dosis puede ser distinta al tipo de vacuna utilizada para completar el primer esquema de inmunización.
El Ministerio de Salud de Ontario, Canadá, recomendó el 16 de diciembre de 2021 la aplicación del refuerzo a los 3 meses desde la administración de la segunda dosis, con un tiempo de observación de su reacción de entre 5 y 15 minutos. El caso es el mismo en Alemania con el dictamen de la Comisión Permanente de Vacunación a partir del 21 de diciembre.
Esto dijo el vocero del MINDEF Rubén Téllez en relación a la administración de la dosis de refuerzo contra el COVID-19, motivo por el cual se observaron desde tempranas horas afluencia vehicular en los puntos de la zona 5 y zona 15 de la Ciudad Capital.
?: José Orozco/LH pic.twitter.com/FXQCXj5tAc
— Diario La Hora (@lahoragt) January 6, 2022
APOYO DEL REFUERZO ANTE ÓMICRON
Según el Ministro de Salud, Francisco Coma, la principal consideración en Guatemala fue la agresividad con la cual la variante ómicron (B.1.1.529) podría propagarse en el país. Este aspecto también fue tomado en cuenta para acortar la brecha en otros países.
Estudios preliminares reflejan que el esquema completo de inmunización contra el COVID-19 resulta no ser una barrera tan efectiva para evitar el contagio de la variante ómicron. Un estudio de diciembre de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido argumenta que la eficacia del esquema de Pfizer/BioNTech cae al 35% contra la nueva variante de preocupación, si se trata de infecciones leves, y casi 0% en cuanto a AstraZeneca.
Sin embargo, el “booster” de Pfizer eleva su efectividad al 75% y al 71% en el caso de AstraZeneca, según los hallazgos preliminares.
Del mismo modo, la Organización Mundial de la Salud ha mencionado en los últimos meses que la administración de dosis primarias, en lugar de refuerzos, debería ser la prioridad, aunque ha recomendado refuerzos para aquellos con problemas de salud o que recibieron una vacuna inactivada.
Hasta el 4 de enero de 2021 Guatemala ha administrado 94,675 unidades de refuerzo. Un 63% de esta población ha sido inmunizada con AstraZeneca; 19% con Pfizer; y 18% con Moderna.
