El presidente estadounidense Joe Biden marcó el jueves el aniversario del asalto al Capitolio con fuertes críticas al entonces mandatario Donald Trump y sus partidarios, y a quienes ahora repiten falsedades sobre la elección presidencial.
“Por primera vez en nuestra historia, un presidente no simplemente perdió la elección, él trató de prevenir la transferencia pacífica del poder cuando una turba violenta irrumpió en el Capitolio”, dijo Biden. “Pero fracasaron”.
“La democracia fue atacada”, dijo Biden en el Capitolio. “Pero el pueblo perdura. El pueblo prevaleció”.
El presidente y congresistas demócratas iniciaron el día en el Statuary Hall, uno de varios lugares donde los revoltosos irrumpieron hace un año e interrumpieron el conteo electoral. Biden remarcó el contraste entre la verdad de lo sucedido y las narrativas falsas que han surgido sobre el asalto, incluyendo la renuencia de muchos republicanos a declarar que Biden gano la elección de 2020.
“Ustedes y el mundo lo vieron con sus propios ojos”, dijo.
Les pidió a los que escuchaban que cerraran los ojos y recordaran lo que vieron ese día, mientras describía la horrorosa, violenta escena, la turba atacando a la policía del Capitolio, amenazando a la presidenta de la Cámara de Representantes, erigiendo cadalsos y amenazando con ahorcar al vicepresidente, todo ello mientras Trump miraba los acontecimientos por televisión desde la Casa Blanca.
“Esta es la verdad absoluta sobre el 6 de enero del 2021”, dijo Biden. “Ellos buscaban subvertir la Constitución. Debemos estar absolutamente claros sobre lo que es la verdad y lo que es una mentira. Ésta es la verdad”, dijo. “El expresidente de Estados Unidos ha diseminado una red de mentiras sobre la elección de 2020”.
A la serie de actos conmemorativos previstos para la jornada asistirán demócratas, tanto en persona como de forma virtual, pero casi todos los republicanos con escaño en el Capitolio estarán ausentes. La división es un firme recordatorio de la ruptura entre los dos partidos, agravada desde que cientos de partidarios de Trump superaron con violencia a la policía, utilizaron sus puños y astas para romper los vidrios del Capitolio e interrumpieron la certificación de la victoria electoral de Biden.
Aunque los republicanos del Congreso condenaron casi universalmente el ataque en los días posteriores, la mayoría se han mantenido fieles al expresidente.