Emilio Matta Saravia
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En conferencia de prensa, autoridades del Banco de Guatemala, Ministerio de Economía y Ministerio de Finanzas informaron sobre la recuperación económica de Guatemala que, de acuerdo con ellos, el crecimiento (SOBRE) estimado del PIB en el 2021 con respecto al 2020 fue de 7.5%. Es decir, ya se da por sentado que esta estimación (en mi humilde opinión, es una sobreestimación), es ya el dato final. Nos preparan para que el 14 de enero el presidente Giammattei pueda hacer un SHOW MEDIÁTICO de los “logros” de su gobierno.
El PIB bajo el enfoque del consumo se calcula de la siguiente forma: Demanda Interna + Exportaciones – Importaciones. A su vez, la Demanda Interna se compone de la suma del Gasto de Consumo Final (que es la estimación de la suma del gasto de consumo final de los hogares y de las instituciones privadas sin fines de lucro y del gasto de consumo final del gobierno general) + la Formación Bruta de Capital Fijo (que es la estimación de la inversión en construcción más la inversión en maquinaria, equipo y otros bienes de capital). Si uno analiza la tabla histórica de cálculo del PIB que publica el Banguat, se da cuenta que esta fórmula aritmética no cuadra con el PIB reportado desde el año 2015, y para ello se hace la acotación de que “La discrepancia entre el total y la suma de los componentes se debe a la diferencia estadística que proviene de utilizar estructuras de precios base móvil”, lo cual pareciera ser razonable. Sin embargo, deja de ser razonable y se convierte en SOSPECHOSO, cuando la variación máxima que ha habido entre el PIB reportado y la suma aritmética de la fórmula desde 2015 hasta 2020 ha sido de 0.25% y la variación promedio en el mismo período ha sido 0.08%. CASUALMENTE en el 2021, un año en el que hay que promocionar un logro económico importante, dicha variación es de 1.14%.
Aunque 1.14% no pareciera ser una variación significativa, en realidad son 6,142 millones de quetzales, que representan 1.2% de la estimación que ha vendido como una realidad el gobernante, su equipo de gobierno y algunos columnistas que los lunes se dedican a lisonjearlo. Si la variación a la que hago referencia se mantuviera dentro de la media, el crecimiento estimado del PIB para el año 2021 rondaría en 6.4%, número que ya no es tan atractivo para ALARDEAR.
En la conferencia de marras, las autoridades también indicaron que 2021 cerró con una inflación de 3.25%, mientras que el tipo de cambio fue “estable”, promediando 7.72 por dólar y depreciándose un 1%. En cualquier sector de la economía ha existido una inflación mayor a los datos que presentaron las autoridades. Sólo el precio del petróleo (su correlación con el precio de la gasolina sobrepasa el 90% y también tiene una alta incidencia en los precios de fertilizantes y resinas para producir plásticos) se ha incrementado en 50% de enero 2021 a diciembre 2021, por lo que se antoja MUY DIFÍCIL de creer que la inflación real es tan baja. En cuanto a la “estabilidad” de nuestra moneda frente al dólar, sólo puedo decir que las autoridades del Banguat han desvirtuado deplorablemente la regla de la participación en el mercado de divisas en pro de mantener devaluado el quetzal. En 2021 compraron 1,500 millones de dólares bajo el mecanismo de acumulación de reservas monetarias internacionales, incrementando artificialmente la demanda de dólares para que nuestra moneda no se apreciara frente al dólar. Desde que se estableció dicho mecanismo en 2018 para favorecer a sectores como el textil, el Banguat ha salido a comprar casi 2,700 millones de dólares por sobre lo que establece la regla de participación.
Se preparan para presentar una FALSA realidad de la situación del país, no una rendición de cuentas.
