La Asamblea Nacional sudafricana, donde se reúnen los diputados en Ciudad del Cabo, quedó totalmente destruida en un violento incendio declarado en la mañana de este domingo.
«La cámara de diputados quedó totalmente destruida por las llamas», dijo Moloto Mothapo, el portavoz del parlamento, explicando que «el incendio no ha sido extinguido aún».
Hasta ahora, el fuego provocó graves destrozos materiales, pero no se ha informado de víctimas.
Tampoco se conoce oficialmente el origen del incendio, aunque hay una persona que fue detenida y está siendo «interrogada», dijo el presidente Cyril Ramaphosa, que visitó el lugar. La información fue confirmada por la policía.
Las llamas se detectaron hacia las 05H00 locales (03H00GMT) en el ala más antigua del edificio, donde se hallan las salas cubiertas de madera preciosa y donde antes estaban los escaños de los diputados.
El incendio también derrumbó parte del techo del parlamento, que terminó de construirse en 1884.
«El techo del edificio que alberga la Asamblea Nacional se hundió, no queda nada», dijo horas antes a la prensa el responsable de los servicios de seguridad de la ciudad, Jean-Pierre Smith. «Todo el edificio sufrió importantes daños por el humo y el agua», agregó.
La histórica construcción alberga una valiosa colección de libros y la copia original del primer himno nacional en Afrikáans, «Die Stem Suid-Afrika» (La voz de Sudáfrica), entonado durante el apartheid.
Las llamas también devoraron las partes más recientes del recinto, actualmente en servicio. Imágenes difundidas por las televisiones locales mostraron inmensas llamas escapándose del tejado del imponente edificio de fachada roja y blanca.
La calles del residencial barrio donde se halla el parlamento fueron rápidamente cortadas.
El cordón de seguridad se extiende hasta las flores aún expuestas en el atrio de la vecina catedral Saint-Georges, donde la víspera se celebraron los funerales de Desmond Tutu, último héroe de la lucha anti-apartheid, muerto el 26 de diciembre. La misma mañana habían sido inhumadas sus cenizas en la iglesia, durante una ceremonia privada.
«UNA TRAGEDIA»
Unos 70 bomberos fueron movilizados para tratar de apagar el incendio.
Una espesa columna de humo era visible a varios kilómetros de distancia, según constataron los periodistas de la AFP. Los habitantes de Ciudad del Cabo, sorprendidos al despertar por este incendio, compartieron rápidamente fotos en las redes sociales.
«Es impactante ver nuestra Asamblea Nacional así», tuiteó Brett Herron, representante de la provincia de Cabo Occidental en el Parlamento, mientras que el exparlamentario Mmusi Maimane lamentó «una tragedia».
Un primer equipo de 30 bomberos fue el primero en llegar al lugar, y lucharon contra el incendio durante varias horas, antes de tener que retroceder debido a la intensidad del fuego, y pedir refuerzos.
En el interior de las salas, una fina lluvia de cenizas grises caía de los techos sobre los pisos llenos de escombros.
Los equipos de bomberos temían que el fuego se propagara rápidamente en las antiguas salas del parlamento, adornadas con espesas alfombras y cortinajes.
En este enorme edificio victoriano, de ladrillo rojo y fachada blanca, el último presidente de la era del apartheid, FW de Klerk, había anunciado en febrero de 1990 el fin del régimen racista.
Ciudad del Cabo ya sufrió un gran incendio en abril, en la Montaña de la Mesa, que destruyó los tesoros de la biblioteca de una prestigiosa universidad.
Ciudad del Cabo es la sede del Parlamento desde 1910, formado por la Asamblea Nacional y una cámara alta llamada Consejo Nacional de Provincias. El gobierno tiene su sede en Pretoria.