Víctor Ferrigno F.
Más de 150 líderes y lideresas progresistas del Grupo de Puebla, sumados al Grupo Parlamentario Iberoamericano y al Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD), celebraron en la Ciudad de México su Séptimo Encuentro presencial, el 30 de noviembre y 1 de diciembre, tras el receso por la pandemia, para debatir sobre las urgentes necesidades que enfrentan América Latina, El Caribe, Europa y el mundo, dándole prioridad a la lucha contra la exclusión y el «desembarco fascista» en la región, un tema denunciado por varios de los exmandatarios presentes.
El Grupo de Puebla es un foro político y académico integrado por representantes del progresismo latinoamericano, fundado el 12 de julio de 2019 en la ciudad mexicana de Puebla. El objetivo principal es articular ideas, modelos productivos, programas de desarrollo y políticas de Estado de carácter progresista. Está integrado por presidentes, expresidentes, diputados, líderes políticos y sociales dentro del movimiento socialista y por académicos de doce países latinoamericanos, incluyendo a España. Hoy día constituye un polo opositor al conservadurismo que ha anidado en la OEA y el Grupo de Lima.
Además de emitir una Declaración, presentaron el documento “Bases para un Modelo Solidario de Desarrollo”, cuya elaboración fue acordada en el II Plenario Fundacional del GRUPO DE PUEBLA, el cual pretende servir de punto de partida para iniciar una reflexión profunda sobre los ejes articuladores de una propuesta alternativa y progresista al anacrónico modelo neoliberal de desarrollo cuya aplicación en el mundo y en América Latina y el Caribe ha sido seriamente cuestionada durante los últimos treinta años.
Cuestionando los pobres resultados del lapso comprendido entre 2015 y 2019 -años del denominado invierno social conservador-, sostienen que “es imperativo recalcar que la región no puede regresar al modelo que tenía antes de la pandemia, especialmente porque el modelo imperante anterior ya presentaba problemas estructurales muy serios que deben ser corregidos como parte de la recuperación. Se necesita una nueva carta de navegación y un renovado modelo de desarrollo que atienda importantes objetivos y prioridades.
El Grupo de Puebla pretende que esta nueva hoja de ruta latinoamericana sea el Modelo Solidario de Desarrollo cuyos seis ejes articuladores serían: 1) la búsqueda de la igualdad como valor central del desarrollo y la reducción de las asimetrías globales; 2) la búsqueda del valor; 3) una nueva política económica, diversificada y basada en la incorporación del conocimiento; 4) la transición ecológica; 5) una nueva institucionalidad democrática y 6) la integración regional. La búsqueda de la igualdad debe ser el valor central del desarrollo junto con la reducción de las asimetrías regionales.
La superación de la desigualdad será uno de los ejes centrales de la agenda en la medida en que impide la consecución de objetivos económicos y políticos relacionados con el acceso democrático a diferentes tipos de derechos y el cierre de las propias brechas estructurales. Para cerrar esta “grieta social” la región tiene que dar un “salto social” a partir del fortalecimiento de la capacidad del Estado para la provisión de bienes y servicios públicos sociales”.
En la Declaración Final del Séptimo Encuentro, el Grupo de Puebla acordó insistir en la “necesidad de poner en marcha la Agenda Progresista presentada en mayo del 2020, como forma de enfrentar la actual crisis económica que ha dejado al descubierto las vulnerabilidades de distintos tipos que afectan a nuestra región”.
Concluyen reiterando que, “como progresistas nos sentimos profundamente comprometidos por alcanzar un nivel de desarrollo en sintonía con el ambiente, una democratización en la que quepan nuevas voces que hoy se suman en espacios de participación inéditos como este Grupo y un modelo de desarrollo solidario que reconcilie la política, tan justificadamente impopular en el último tiempo, con las reivindicaciones legítimas de nuestros pueblos”.