Claudia Virginia Samayoa
Cartas de una Lechuza
@tucurclaux
Se considera que hay democracia cuando hay elecciones libres, partidos políticos sólidos, libertades y derechos civiles y políticos vigentes e independencia de poderes. Según el informe 2021 emitido por IDEA Internacional sobre el Estado de las Democracias en el Mundo, Guatemala se encuentra entre los Estados cuya democracia se está debilitando, acercándose peligrosamente a ser un país autócrata.
La decisión del presidente Biden de excluir a Guatemala de su Cumbre Mundial de Democracias es reflejo de un diagnóstico más severo que el realizado por IDEA; ya que incluye a Guatemala y El Salvador en la misma categoría que Nicaragua y Honduras. El matiz está en el énfasis que la administración norteamericana le pone como principio de exclusión al enquistamiento de la corrupción y al ataque a la independencia judicial. Al final no somos democracia, aunque tengamos elecciones regulares.
¿Cómo no estar excluidos de la lista de países democráticos después de lo ocurrido ayer? La captura de Nanci Sinto, activista y periodista maya kaqchiquel, y Juan Francisco Monroy, manifestante y artista, por realizar pintas en los muros del Congreso de la República durante la manifestación del 21 de noviembre del 2020 fue una muestra descarada de cómo funciona el sistema para castigar al enemigo interno.
La noticia inicial fue que se estaban haciendo capturas contra las personas responsables de los hechos del 21 de noviembre. Esto un día después del traslado de la fiscal encargada de las carpetas de investigación por haber pedido un peritaje sobre cadena de mando dentro de la Policía Nacional Civil y el Ministerio de Gobernación. Por un momento pensé que podían estar capturando policías; pero me equivoqué. Al principio las autoridades informaban que los capturados eran activistas de WINAQ; tampoco era por allí, pero explica varias cosas.
Si recuerdan, las declaraciones del presidente del Congreso, luego de que los veteranos militares ingresaran y quemaran partes del edificio, señalaban la participación de un partido político de oposición que estaba interesado en quemar los papeles de sus oficinas pretendiendo exculpar a los exmilitares. En su momento creí que el señor estaba loco; pero lo de ayer vuelve a corroborar que esa visión del enemigo interno proviene de los espacios de ‘inteligencia’ del Ministerio de Gobernación que informan entre otros al Ministerio Público.
Por ello, la integridad de las personas, el derecho a no ser detenido ilegalmente, el derecho a la manifestación y la libertad de expresión son consideradas de menor importancia que la pared de un edificio histórico. La ciudadanía que protesta es enemiga del Estado y debe ser controlada a toda costa; cualquier delito o falta que cometa o parezca cometer será perseguida mientras que la élite y las fuerzas de seguridad permanecerán impunes.
No faltarán voces en editoriales y comunicados que indiquen que hacer una pinta o manifestar es cometer acciones de violencia. Están equivocadas, las pintas como las manifestaciones ocurren cuando los canales de diálogo real están cerrados. Estas formas son acciones no-violentas ante un sistema diseñado para excluir y discriminar. Si, la pinta o grafiti en edificios de naturaleza histórica es una falta leve y una manifestación dificulta o bloquea el tránsito; sin embargo, ambas son formas de gritar que QUEREMOS UNA GUATEMALA DISTINTA.
La cárcel, allanamientos y censura no detendrán la lucha de periodistas, artistas, personas y comunidades defensoras de derechos humanos.