En un detallado reporte periodístico sobre la vacuna contra el COVID-19, las doctoras Larisa Ramírez, Directora Médica de AstraZeneca para América Latina y Bárbara Furtado, Gerente Médica de Vacunas en Brasil para la misma compañía, dieron una amplia y completa descripción de los estudios realizados para comprobar la eficacia de ese instrumento de inmunización, así como de la forma en que se produce la protección frente a esta pandemia que ha causado estragos en todo el mundo. El tema lo consideramos de vital importancia porque son demasiados los mitos que se han propalado al respecto de todas las vacunas contra el Sars-Cov2 y las distintas variantes que han proliferado con efectos mortales.

Las profesionales de la medicina indicaron que los estudios para el desarrollo de la vacuna anti virus empezaron en el año 2012 con el concurso de la prestigiosa universidad de Oxford y que precisamente ese esfuerzo inicial fue lo que permitió el rápido desarrollo de la vacuna AstraZeneca, poco menos de un año después de que se declaró la pandemia tras la explosión de casos en China. No es, pues, un tratamiento experimental cuyos resultados se aceleraron, sino que todo es consecuencia de serios trabajos realizados a lo largo de 8 años antes de que se presentara el primer caso de COVID-19.

AstraZeneca es la vacuna que han recibido muchos guatemaltecos y que ha sido adquirida por el mecanismo Covax o por donaciones de otros países y muchos guatemaltecos se encuentran protegidos por ese producto que es reconocido por la Organización Mundial de la Salud, lo que no ocurre al menos con una de las vacunas que adquirió turbiamente el gobierno de Guatemala, en un trato que se mantiene en secreto para no divulgar las condiciones de la compra de la vacuna rusa Sputnik V cuya inmunización no es validada ni por la OMS ni por muchos países que han empezado a exigir pruebas de vacunación a los turistas.

El gobierno de Guatemala recién empezó una campaña de concientización para informar sobre las ventajas de la vacuna pero su contenido es realmente pobre y no se refiere a las cuestiones más críticas de la propaganda anti vacuna que prolifera no sólo en redes sociales sino también a través de voceros seudoreligiosos y de personas que se encargan de propalar teorías de conspiración para generar desconfianza en la población, razón por la cual para La Hora fue muy importante y significativo el aporte de las dos profesionales de la medicina que ofrecieron detalles de cómo se llegó a la producción de la vacuna y de la forma en que opera en el organismo humano, lo que nos ayuda en el común propósito de derrotar al virus.

Redacción La Hora

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