La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris. Foto La Hora/AP/Patrick Semansky.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cederá temporalmente el poder a la vicepresidenta del país, Kamala Harris, mientras dura la anestesia de una colonoscopia a la que se someterá este viernes en el hospital Walter Reed.

Este procedimiento «de rutina», informa la Casa Blanca, forma parte del examen médico que el mandatario está atravesando este viernes, el primero desde que tomó posesión del cargo en enero.

«La oficina de prensa de la Casa Blanca confirma que el presidente Biden ha invocado la sección 3ª de la Vigésimoquinta Enmienda de la Constitución para transferir temporalmente el poder», ha confirmado la institución sobre esta provisión constitucional que contempla la cesión del poder desde el presidente a su ‘número dos’ durante el tiempo que esté incapacitado para seguir ejerciendo las funciones.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha recordado que esta situación no es nueva –ya ocurrió en 2002 y 2007, cuando el entonces presidente George W. Bush se sometió al mismo procedimiento–, pero se trata de la primera vez que el poder recae en una mujer.

«Siguiendo el proceso establecido en la Constitución, el presidente Biden transferirá el poder al vicepresidente durante el breve período de tiempo en que esté bajo anestesia. La vicepresidenta trabajará desde su oficina en el Ala Oeste durante este tiempo», ha confirmado la Casa Blanca.

El Gobierno estadounidense dará a conocer en las próximas horas los resultados del examen médico al presidente. Biden, de 78 años, se sometió a su último examen completo en diciembre de 2019, cuando los médicos constataron que se encontraba «sano, vigoroso» y «apto para ejecutar con éxito los deberes de la Presidencia», según se dio a conocer durante la campaña electoral.

A principios de este año, la exsecretaria de prensa del expresidente Donald Trump, Stephanie Grisham, insinuó en un libro que el predecesor de Biden también se sometió a una colonoscopia en una visita secreta a Walter Reed en 2019, pero lo mantuvo en silencio para evitar transferir el poder presidencial al entonces vicepresidente Mike Pence.

La opción de la transferencia del poder también estuvo abierta en noviembre del año pasado, durante la convalecencia de Trump tras dar positivo en coronavirus, aunque tampoco se llevó a cabo.

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