Las autoridades reguladoras de Estados Unidos aprobaron el viernes la aplicación de vacunas de refuerzo contra el COVID-19 a todos los adultos, con lo que ampliaron la actual campaña del gobierno para reforzar la protección y buscaron adelantarse al aumento de los casos de coronavirus, que puede empeorar durante los días festivos de fin de año.
Las farmacéuticas Pfizer y Moderna anunciaron la decisión de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) luego de que al menos 10 estados ya han comenzado a ofrecer los refuerzos a todos los adultos. El paso simplificará lo que hasta ahora ha sido una lista confusa de quiénes son elegibles, al permitir que todos aquellos de 18 años o mayores puedan elegir el refuerzo de cualquiera de las dos compañías, seis mes después de su última dosis, sin importar cuál recibieron inicialmente.
Sin embargo, queda un último paso: Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) deben aprobar la ampliación de los refuerzos de Pfizer y Moderna incluso a los adultos jóvenes sanos. Sus asesores científicos debían debatir más tarde el viernes.
Si los CDC aprueban la ampliación, decenas de millones más de personas en Estados Unidos pudieran tener sus dosis de protección antes del Año Nuevo. Todo aquel que recibió la vacuna de Johnson & Johnson, de una sola dosis, ya puede recibir el refuerzo.
Las tres vacunas usadas en Estados Unidos contra el coronavirus ofrecen una protección fuerte contra enfermedad grave, incluso hospitalización y muerte, sin necesidad de refuerzos, pero esa protección contra infección puede disminuir con el tiempo. Previamente, el gobierno había dado luz verde a las dosis de refuerzo solamente para grupos vulnerables, entre ellos los de ancianos y personas con problemas crónicos de salud.
Pero Pfizer le pidió la semana pasada a la FDA que expandiera los refuerzos a todo el mundo, citando nuevos datos de un estudio a 10.000 personas. Finalmente, la FDA decidió que había suficiente evidencia, de estudios y del uso real de los refuerzos, para respaldar la expansión.
La decisión ocurre en momentos en que los casos nuevos de COVID-19 han aumentado de forma constante en las últimas dos semanas, especialmente en los estados en los que el frío está haciendo que las personas pasen más tiempo en interiores.
Impulsados por estas tendencias preocupantes, algunos estados no esperaron a que los funcionarios federales tomaran una decisión. Utah y Massachusetts fueron los estados más recientes, al anunciar la semana pasada que iban a aplicar los refuerzos a todos los adultos.
Ese era en realidad el objetivo original del gobierno de Biden, pero en setiembre, un panel de la FDA votó unánimemente en contra de la idea, basándose en la eficacia sostenida de las vacunas en la mayoría de los grupos de edad. En cambio, respaldaron una dosis adicional de Pfizer sólo para los más vulnerables.
El mes pasado, con el respaldo de su panel asesor, la FDA aprobó los refuerzos de Moderna, que usan la mitad de la dosis que las personas recibieron con las dos primeras inyecciones, para los mismos grupos vulnerables.
Pero ha habido exasperación en la Casa Blanca de que el largo proceso regulatorio ha contribuido a la desinformación y a la confusión sobre los refuerzos, y que eso pudiera significar que el país no esté protegido óptimamente de cara a la temporada navideña.