Apple anunció que permitirá que algunos usuarios de iPhone arreglen sus propios teléfonos, un giro brusco para una empresa que durante mucho tiempo ha prohibido que cualquiera, salvo los técnicos aprobados por la compañía, manipule sus piezas y software patentados.
La compañía señaló que permitirá que los usuarios de los dos modelos más recientes de iPhone y, eventualmente, de algunas computadoras Mac tengan acceso a las piezas y herramientas originales de Apple para las reparaciones.
El cambio refleja el fortalecimiento del movimiento del «derecho a la reparación», respaldado por el presidente estadounidense Joe Biden, y el cual afecta a todo tipo de productos, desde teléfonos hasta automóviles y tractores. Es una reacción a la incorporación de software a productos más cotidianos y a las prácticas de las compañías que han hecho que esos productos sean cada vez más difíciles —y caros— de reparar.
Apple lanzará el próximo año una tienda por internet para reparaciones de autoservicio que, según dice, tendrá más de 200 piezas individuales y herramientas para hacer las reparaciones más comunes en el iPhone 12 o el iPhone 13. En un principio se centrará en reparaciones de pantallas, baterías y monitores, algo a lo que Apple se había resistido hasta ahora, alegando cuestiones de seguridad, como el posible uso de baterías defectuosas que pueden dañar el dispositivo.