El expresidente Donald Trump ha alertado del peligro que supone dar lo que considera que es «demasiado poder» al Congreso a medida que trata de evitar que se publiquen los documentos de la Casa Blanca relacionados con el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero, cuando aún era presidente.
Para el equipo legal de Trump, que busca bloquear el acceso por parte del Congreso a los registros de la Casa Blanca bajo su Administración, la decisión judicial de permitir el acceso de la comisión de la Cámara de Representantes a los documentos supone un «cambio en las dinámicas entre los poderes del Estado».
«En estos momentos tan partidistas, el Congreso utilizará cada vez más, de forma inevitable, esta nueva arma para perpetuar su acoso al rival político», han señalado, según informaciones de la cadena de televisión CNN.
Algunos de los documentos que Trump trata de mantener fuera del alcance de la comisión incluye los registros de visitas de la Casa Blanca, así como llamadas y notas enviadas por sus asesores y vinculadas al 6 de enero.
En su apelación, Trump asegura que debe tener la posibilidad de proteger algunos de los documentos relacionados con su Presidencia debido al privilegio ejecutivo y dado que los motivos del Ejecutivo para acceder a ellos «no son de peso». Así, sus abogados han insistido en que una decisión judicial que no permite a expresidentes proteger sus documentos «tendrá un impacto inmediato en los consejos y recomendaciones que se hacen a nuevos presidentes, desde Joe Biden en adelante». «El poder del Congreso no puede ser ilimitado», ha subrayado su equipo.
En total, se estima que los Archivos Nacionales podrían entregar a la comisión más de 700 documentos de la Presidencia de Trump en las próximas semanas. La jueza Tanya Chutkan rechazó dos veces la solicitud de Trump con la que buscaba evitar que los Archivos Nacionales cumplan con la entrega de estos documentos.
En un fallo emitido el martes, Chutkan señaló que «los presidentes no son reyes y el demandante no es presidente». Por su parte, la Administración Biden ha indicado que Trump, como expresidente, «no tiene ningún interés personal en los registros» y que la decisión de la Casa Blanca de Biden de permitir que estos registros presidenciales lleguen al Congreso debería mantenerse.