Rodulfo Santizo
Yo estoy completamente seguro que la mayor parte de la población guatemalteca ya no aguanta estos tiempos de gobiernos corruptos, donde hay grupos de mercenarios que están acomodándose y dando rienda suelta a satisfacer sus intereses por medio de su participación en los partidos políticos tradicionales, los cuales manejan como si fueran empresas, donde un cacique hace y deshace de acuerdo a su conveniencia o en seguimiento de las órdenes de los jefes del crimen organizado y aquellos castrenses que se prestan para estos menesteres.
Por experiencia les digo que están colmando la paciencia de ese león dormido y que sólo espera que la pandemia provocada por el COVID 19 les permita salir a las calles y tomar acciones contundentes para sacar a cuanto corrupto esté incrustado en los tres poderes del estado, porque hoy ese maldito cáncer está campeando en casi todas las instancias de gobierno.
Hay tres formas de salir de este atolladero en que Guatemala está sumergida: una es por un movimiento revolucionario donde se tomen las riendas del país, la cual no es aconsejable porque correría mucha sangre, causando la muerte de muchos guatemaltecos, porque estos infames se defenderán con todos los recursos que hoy tienen por estar en el poder; otra es un movimiento cívico ciudadano donde toda la población en los 340 municipios salga en manifestaciones pacíficas a pedir la renuncia de todos los funcionarios que están causando este caos de ingobernabilidad y subdesarrollo que cada día es más evidente, porque están robando a las claras, con tal cinismo y descaro que ya no les importa cual es la reacción de la población que los ha elegido y la última es que en estas próximas elecciones del 2023 todos salgamos a votar con un voto de castigo buen severo, buscando la mejor alternativa en gobernantes con conocimiento y compromiso por las causas del pueblo guatemalteco, previamente forzar a que los partidos políticos hagan un frente unido con una estrategia de hacer un verdadero gobierno con principios democráticos donde haya cartas de entendimiento en acciones concretas para hacer los cambios estructurales que se necesitan dentro de un orden de estabilidad y derecho
Guatemala no se puede dar el lujo de dejar que las formas de hacer política partidista electoral tradicional sigan teniendo oprimida a toda la población y que no haya reacción alguna, recordemos que los bueno somos más y es urgente que todos demos un paso al frente y luchemos convenciendo a nuestro entorno familiar y social a que unamos fuerzas, recursos y voluntades para tener un país lleno de oportunidades para toda su población, sin distingo de posiciones, religiones, raza o de cualquiera otra naturaleza.
Los migrantes guatemaltecos en el extranjero podemos jugar un papel clave desde lejos, motivando y haciendo incidencia en nuestros familiares directos para que por medio de ellos se disemine y se circule con el resto de la sociedad, incluyendo a todos los sectores a que veamos y analicemos las ofertas electorales con mayor detenimiento y no nos dejemos engañar por los politiqueros de siempre, haciendo un llamado a aquellas estructuras políticas que nunca han trascendido a qué unifiquen criterios, esfuerzos y recursos dentro de un proyecto de nación que rescate al país, participando en un frente amplio que permita llegar al poder con una nueva dinámica y visión de hacer gobierno.
¡El pueblo ya no aguanta y somos una bomba de tiempo que está por estallar!, si los que están en el ambiente político no toman acciones y dejar de ser maquinarias electorales que solo aparecen en tiempos de elecciones; queremos verdaderas instituciones políticas con pensamiento que sean capaces de concertar con otros sectores y la sociedad.