El parlamento israelí aprobó un Presupuesto Nacional por primera vez en tres años y evitó llegar al plazo límite que habría desencadenado nuevas elecciones.
La maratónica sesión de votaciones sobre los presupuestos en el Knesset, el parlamento israelí, salvó un gran obstáculo para el nuevo gobierno del primer ministro, Naftali Bennett, que tiene una ajustada mayoría con una coalición inestable.
El Presupuesto debía aprobarse antes del 14 de noviembre para evitar la caída del gobierno formado en junio y las quintas elecciones en casi tres años. Los comicios habrían dado una oportunidad al ex primer ministro Benjamín Netanyahu de regresar al poder.
«Después de años de caos, formamos un gobierno, superamos la variante delta y ahora, gracias a Dios, aprobamos un Presupuesto para Israel», tuiteó Bennett.
El Knesset comenzó la sesión con la votación de una serie de leyes de gasto con cientos de enmiendas. La asamblea abrió con discursos de Bennett y Netanyahu en los que se atacaron mutuamente.
La coalición que lidera Bennett incluye a ocho partidos de diferentes corrientes políticas y tiene un estrecho margen de 61 escaños en la cámara de 120 miembros.
Israel entró en una prolongada crisis tras las elecciones de abril de 2019, cuando un partido conservador que había sido aliado de Netanyahu se negó a formar un gobierno con él mientras afrontara cargos penales. Durante los dos años siguientes se celebraron sucesivas elecciones inconcluyentes y el parlamento se disolvió en 2020 porque no consiguió aprobar un presupuesto.
El gobierno formado en junio incluye formaciones ultranacionalistas e islamistas, unidas por poco más que el deseo de evitar otro gobierno liderado por Netanyahu o más elecciones.