Rusia registró hoy un nuevo récord diario de fallecimientos por COVID-19 en medio de una lenta tasa de vacunación y la renuencia del gobierno a endurecer las restricciones.
El equipo especial contra el coronavirus informó el viernes de 936 nuevas muertes, la cifra diaria más alta en Rusia desde que comenzó la pandemia. Por tercer día consecutivo, el país tuvo más de 900 decesos por COVID-19.
Rusia ya acumula el número más alto de muertos por coronavirus en Europa —más de 214.000—, y el hecho de que las autoridades tengan una forma conservadora de registrar los fallecimientos por COVID-19 deja entrever que la cifra real podría ser aún más alta.
El equipo especial gubernamental informó el viernes de 27.246 nuevos casos confirmados, poco menos que los 27.550 del jueves, el número más alto registrado en lo que va del año.
Las infecciones y muertes comenzaron a aumentar considerablemente a finales de septiembre, y las autoridades lo atribuyen a la baja tasa de vacunación. La viceprimera ministra de Rusia, Tatiana Golikova, dijo el viernes que 47,8 millones de rusos, casi 33% de los aproximadamente 146 millones de habitantes del país, han recibido al menos una dosis, y que 42,4 millones, un 29%, están totalmente vacunados.
El Kremlin ha soslayado la idea de imponer nuevos confinamientos a nivel nacional, y delegó la facultad de endurecer las restricciones a las autoridades regionales.
En algunas zonas del país, como Moscú y San Petersburgo, la vida sigue siendo casi normal, los negocios funcionan como siempre y el uso de mascarillas es poco estricto.
Algunas regiones han limitado la asistencia a grandes eventos públicos y restringido el acceso a teatros, restaurantes y otros lugares, adonde sólo se permite la entrada a personas vacunadas, que se hayan recuperado en fecha reciente del COVID-19 o hayan dado negativo en una prueba diagnóstica en las últimas 72 horas. Sin embargo, los detractores consideran insuficientes estas medidas para contener el aumento de los casos.