La exiliada dirigente opositora bielorrusa Sviatlana Tsikhanouskaya exhortó a la comunidad internacional a impedir una «catástrofe humanitaria» con miles de migrantes que cruzan su país. Según ella, el régimen bielorruso está gestando tal catástrofe al facilitar la migración en gran escala hacia la Unión Europea.
Bielorrusia ha atraído a miles de migrantes de Siria, Irak, Afganistán y países africanos con visas de turista y los ha alentado a cruzar las fronteras a Polonia, Lituania y en menor medida Letonia, tres países miembros de la UE.
Varios migrantes han muerto de agotamiento al tratar de cruzar una zona de bosques y pantanos entre Bielorrusia y Polonia.
Tsikhanouskaya advirtió que, con la llegada del invierno, los muertos «se contarán por decenas».
«Por eso exhorto a las Naciones Unidas y la comunidad mundial a tomar medidas para detener la catástrofe humanitaria que está a punto de producirse en el centro de Europa», dijo en conferencia de prensa durante el Foro de Seguridad de Varsovia.
Por otra parte, Bielorrusia rechazó una oferta de Polonia de enviar ayuda humanitaria a los migrantes. El vocero de la cancillería bielorrusa, Anatoly Glaz, dijo que la oferta polaca «luce absurda y ridícula».
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo que su gobierno envió una nota a las autoridades en Minsk «en la que expresamos nuestra disposición a enviar un convoy humanitario. Queremos ayudar a esas personas que, debido a la negligencia de parte del Estado que invita –Bielorrusia– no tienen condiciones de vida dignas».