El inquilino sospechoso de la poderosa explosión en un edificio de apartamentos en Suecia que dejó 16 heridos el mes pasado fue encontrado muerto en la bahía de Gotemburgo el miércoles y la policía no piensa que hay nada sospechoso en la muerte.
El hombre fue encontrado en el agua apenas a unos kilómetros del edificio dañado por la explosión del 28 de septiembre. Las autoridades dicen que era sospechoso de intento de asesinato, incendio premeditado y destrucción general. Las autoridades habían iniciado su búsqueda en el país e internacionalmente.
«Qué bueno que fue hallado ahora, aunque esperábamos que hubiese estado vivo», dijo un alto funcionario de la policía, Anders Borjesson.
La fiscal Maria Thorell dijo que la investigación por intento de asesinato y destrucción pública «para determinar la causa de la explosión e investigar si hay otros perpetradores» continuará, mientras que la pesquisa contra el hombre será cerrada.
Las autoridades suecas no han dado el nombre del individuo, un hombre de cincuenta y tantos años. La prensa dijo que nació en Polonia.
El mes pasado, un apartamento en Gotemburgo fue sacudido por una poderosa explosión. El incendio subsiguiente se extendió a varios departamentos y centenares de residentes fueron evacuados. Cuatro de los heridos están en condiciones graves y al menos 140 viviendas resultaron dañadas.
El dueño del inmueble había estado tratando de desalojar al hombre hallado muerto el miércoles y su madre de su apartamento, de acuerdo con el periódico Aftonbladet. Varios medios de prensa dijeron que el desalojo estaba planeado para el día en el que sucedió la explosión.
Aftonbladet dijo que la policía ya había acusado al hombre de varios delitos una semana antes de la explosión. El diario reportó además que luego de que no se le permitiese ver a su madre en un hogar de ancianos debido a restricciones por la pandemia, el sospechoso hostigó a varias personas.