En imagen de archivo, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, es acompañada por el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer en el Capitolio, Washington. Foto La Hora/AP/J. Scott Applewhite.

Es una semana relevante para la agenda del presidente estadounidense Joe Biden, una vez que los líderes demócratas recortaron su paquete de impuestos y gastos de 3.5 billones de dólares a fin de obtener el apoyo de los legisladores restantes y trabajar para aprobar rápidamente la iniciativa y evitar un cierre de gobierno.

La agenda de Biden en asuntos nacionales cuelga en la balanza, a riesgo del colapso y los efectos colaterales si él y los líderes demócratas no pueden reunir a su partido para sacar adelante la que podría ser una iniciativa importante y la renovación más grande de prioridades gubernamentales en décadas. Durante el fin de semana, Biden habló personalmente con legisladores sobre pasos posibles, de acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca que pidió mantener el anonimato para discutir las conversaciones privadas.

Como se esperaba, el voto del lunes para un paquete bipartidista relacionado de infraestructura de un billón de dólares es ahora pospuesto para el jueves en medio de negociaciones en curso. De manera más inmediata, el Senado tiene un voto de prueba programado para el lunes que mantenga al gobierno con fondos y evitar un incumplimiento de deuda federal antes de la fecha límite del jueves para el año fiscal. Esa medida parece enfilarse a un bloqueo de los senadores republicanos, lo que asegura que los legisladores tendrán que tratar de nuevo en la semana.

«Sólo puedo decir que es una semana ajetreada», señaló la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el domingo en entrevista para el programa «This Week» de la cadena televisiva ABC.

Biden, Pelosi y el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, están metidos de lleno en las negociaciones sobre la propuesta más amplia del Presidente, la cual está siendo modificada para obtener el apoyo de senadores clave y algunos legisladores de la Cámara de Representantes que hasta ahora han rechazado la cifra de 3.5 billones de dólares y los incrementos a los impuestos para corporaciones y los ricos.

Las negociaciones tras bambalinas se llevan a cabo, lo que permite el espacio necesario después que el voto esperado del lunes para la medida de acompañamiento de un billón de dólares sobre obra pública fue pospuesto.

 

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