Cuatro años pasaron antes de que Bomba Estéreo presentara «Deja», pero la espera valió la pena. El grupo colombiano entrega su álbum más completo hasta la fecha.
Luego de «Ajo» de 2017, y de su disco en vivo «Live in Dublin» de 2018, la banda estuvo dos años de gira. Cuando llegó el momento de hacer música nueva, surgió la pandemia.
«Retrasó todo, para bien nuestro, porque tuvimos mucho tiempo para finalizar el álbum, porque no había presiones de tocar», dijo Simón Mejía, DJ y productor de Bomba Estéreo, en una entrevista reciente por videollamada desde las afueras de Bogotá, donde vive.
En una época en la que se abusa del concepto «orgánico» en la música, «Deja» es un álbum que realmente logra esto al fusionar la música electrónica con instrumentos tradicionales y la voz de Li Saumet, con su acento caribeño, en letras que remiten a un mundo interior complejo.
«Deja», lanzado en la primera mitad de septiembre, tiene texturas en paisajes sonoros: se escuchan olas del Caribe, pájaros de la selva, monos, insectos, amaneceres y atardeceres.
«Tratando de humanizar a la máquina, humanizar a la electrónica, que aparentemente es una música muy fría y muy digital, pero puede llegar a unos niveles orgánicos muy interesantes, que es cómo las máquinas se vuelven como seres vivos también», explicó Mejía. «Es el lenguaje que me gusta explorar».
El álbum es una especie de terapia que comienza con «Agua» y se sumerge de lleno en la canción que le da su título, un tema compuesto por Saumet y la cantautora colombiana-canadiense Lido Pimienta con una base del guitarrista de Bomba Estéreo José Castillo, que buscar sacar al escucha de la depresión y otros frenos en la mente y que, a decir de Mejía, tiene que ver con todo el concepto del disco.
«Ese llamado a dejar, a liberarnos de esos pesos innecesarios que nos cargamos como personas en nuestra existencia. A veces nuestra cabeza se llena de tantas cosas innecesarias», dijo el músico. «Taras para la vida y pesos para tu cabeza y situaciones que lo único que te van a llevar es a la depresión o a otras series de cosas que van a hacer que tu vida no fluya como debería fluir».
Después de «Deja» entramos a una liberación mayor con «Como lo pedí», una canción en crescendo con el cantautor mexicano Leonel García, que nos invita a abrirnos como una flor y mirar al cielo para encontrar lo que nos estamos perdiendo. En esta pieza, producida por el hondureño Trooko, se puede escuchar una gaita tradicional de la cumbia colombiana.
«Hubo como una especie de bloqueo en algún momento y a Liliana se le ocurrió mostrársela a Leonel a ver qué se le ocurría líricamente, como qué ideas podía aportar que hiciera que la canción llegara a su puerto», dijo Mejía. García «compuso unas cosas que nos encantaron».
Al final del álbum, tras la canción «Ahora», que comienza como una meditación, incluyeron un «pagamento» (un ritual que se hace para agradecer a la tierra lo que ésta ha dado) en la voz del mamo (chamán) Manuel Nieves, quien expresa en lengua arhuaca que debemos volver a pensar en lo esencial.
«El cuidado a la naturaleza, el agua, el aire, y que eso era muy importante hacerlo en estos momentos y si no lo hacíamos el mundo iba a terminar», indicó Mejía. «Es un mensaje ambiental con respecto a todo lo que está pasando hoy en día».
La colaboración de Nieves se grabó en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde Bomba Estéreo concluyó el álbum.
Otra de las voces masculinas en «Deja» es la del percusionista de Bomba Estéreo Pacho Carnaval, quien interpreta «Tamborero», una pieza de añoranza por un amor compuesta por él y Lido Pimienta.
Saumet, en tanto, canta con la artista nigeriana Yemi Alade «Conexión total», desarrollado a distancia debido a la pandemia.
«África es un punto de inspiración fuerte para nosotros», dijo Mejía. «Cualquier colaboración que venga de ese lado del mundo para nosotros va a ser un honor, un orgullo tenerlo».
Asimismo, «Amor amor» habla desde la experiencia: «Amor, amor, amor, amor, amor / Lo que me prometiste nunca llegó / lo que me prometiste lo tengo yo».
«Si uno no se conoce sí mismo y no tiene un mundo interior fuerte y no te amas a ti mismo, es muy difícil amar a los demás», dijo Mejía. «Volver a quererse capaz que es un punto de sanación, un comienzo de sanación y encontrar que de pronto las respuestas no están afuera y no están en Instagram o en TikTok sino que están adentro tuyo».
Los videos que han publicado hasta ahora fueron filmados en las playas de Santa Marta junto a la selva de la Sierra Nevada, tierra sagrada para las culturas indígenas locales.
«Por ahí es donde vive Liliana, que es como el paraíso… Nosotros los que vivimos en la ciudad vivimos en el infierno», dijo Mejía. «Es el único lugar del mundo donde hay nieve tan cerca del mar Caribe».
Otra parte importante de los videos se realizó en México, como el de «Tierra», mientras que el de «Tamborero», codirigido por Mejía, es una animación futurista.
La mezcla del álbum se hizo en los estudios Splendor Omnia en el estado de Morelos, al sur de la Ciudad de México. Y actualmente Mejía se encuentra haciendo música para una serie de Disney que se desarrolla en este país.
«México y Colombia son como dos llaves que se corresponden», dijo el músico.