Francia exhortó a sus socios de la Unión Europea hoy a considerar la posibilidad de demorar las negociaciones en torno a un futuro acuerdo comercial con Australia debido a lo que París llama una falta de confianza provocada por un acuerdo de defensa entre Estados Unidos, Australia y Gran Bretaña.
El ministro de Asuntos Europeos francés Clément Beaune dijo que hablará del pacto y de las implicancias para la seguridad del acuerdo, llamado AUKUS, en una reunión con sus contrapartes en Bruselas, y que Francia se asegurará de que se lo discuta en las cumbres y reuniones ministeriales de la UE el mes próximo.
El pacto de seguridad Indo-Pacífico significa que Australia cancelará un contrato de miles de millones de dólares para comprar submarinos franceses diésel-eléctricos y en cambio comprará submarinos nucleares a Estados Unidos. El gobierno francés insinúa que lo han traicionado con el acuerdo, anunciado en el período previo a las elecciones de abril den Francia.
«Es una cuestión de confianza», dijo Beaune a la prensa. «Cuando empeñas tu palabra, ésta tiene algún valor entre aliados, entre democracias, entre socios y en este caso no se respetó la palabra… lo que crea, desde luego, un abuso de confianza».
«Debemos ser firmes, no como franceses sino como europeos, porque se trata de la manera de cooperar como aliados», añadió.
Preguntado si Francia pedirá que se detengan las negociaciones comerciales con Australia, que comenzaron en 2018, Beaune dijo que «es uno de los puntos que debemos discutir».
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, realiza negociaciones comerciales sobre la base de un mandato que recibe de los 27 países miembros. La comisión informa periódicamente a los países sobre el estado de las negociaciones. Ellos no participan directamente, pero pueden provocar demoras.
Pero todo pacto comercial requiere aprobación unánime, de manera que cada país tiene poder de veto.
Para los europeos, el pacto de seguridad es la segunda vez en pocas semanas que el presidente Joe Biden ha aplicado un criterio de «Estados Unidos primero», similar en esencia, aunque no en el tono al de su predecesor Donald Trump, tras su caótica salida de Afganistán el mes pasado.
Ha cuestionado la capacidad de Europa de garantizar su propia seguridad por fuera de la OTAN, la alianza dirigida por Estados Unidos, y dado lugar a exhortaciones a que la UE desarrolle una «autonomía estratégica» con respecto a la alianza militar, poniendo fin a su dependencia de la fuerza militar y logística estadounidense.
El ministro de Asuntos Europeos alemán, Michael Roth, dijo que «comprendo muy bien la decepción que sienten nuestros socios franceses».
«Es un nuevo llamado de atención para todos nosotros en la Unión Europea para que preguntemos cómo podemos fortalecer nuestra soberanía, cómo podemos presentar un frente en asuntos relacionados con la política exterior y de seguridad y cómo podemos usar nuestro peso económico y político de manera tal que contribuya a nuestra seguridad y multilateralismo para anclar firmemente nuestros valores a nivel global».
Para Francia y sus socios, la crisis que afecta las relaciones entre Gran Bretaña y la UE desde el Brexit también es una cuestión de confianza. El vicepresidente de la comisión, Maros Sefcovic, se dispone a informar a los ministros sobre la cuestión comercial con Irlanda del Norte, que tiene una frontera terrestre con la UE.
«Lo vemos con el Brexit, lo vemos con el proyecto AUKUS, que necesitamos confianza, debemos reconstruir la confianza», dijo Beaune. «Cuando miramos los acuerdos del Brexit vemos que no se los aplica bien, que no se los respeta plenamente».
Pero la conmoción coincide también con un período de campañas electorales. Los alemanes votan el domingo y los franceses en abril. Varios funcionarios han insinuado que es cuestión de esperar a que «se asiente el polvo» del acuerdo AUKUS para que se restaure la calma.