Corea del Norte dice que durante el fin de semana probó con éxito lo que describió como misiles crucero de largo alcance desarrollados recientemente, sus primeras pruebas conocidas en meses que subrayan cómo sigue ampliando sus capacidades militares en medio de un estancamiento en las negociaciones con Estados Unidos acerca de su programa nuclear.
La Agencia Central de Noticias de Corea dijo el lunes que los misiles crucero, que habían estado en desarrollo durante dos años, alcanzaron con éxito objetivos a 1.500 kilómetros (932 millas) de distancia durante sus pruebas de vuelo el sábado y el domingo.
Corea del Norte calificó sus nuevos misiles como un «arma estratégica de gran importancia» que responde al llamado hecho por su líder Kim Jong Un para reforzar el poderío militar del país, implicando que estaban siendo desarrollados con la intención de colocarles ojivas nucleares.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur indicó que las fuerzas armadas están analizando los lanzamientos norcoreanos con base en datos de inteligencia surcoreanos y de Estados Unidos.
Durante un congreso del Partido de los Trabajadores en enero, Kim reafirmó su compromiso de mejorar sus armas nucleares disuasorias ante las sanciones y presión por parte de Washington, y dio a conocer una larga lista de nuevos y sofisticados equipos que desea obtener, incluyendo misiles balísticos intercontinentales de mayor alcance, submarinos nucleares, satélites espía y armas atómicas tácticas. Kim dijo también que sus científicos de defensa nacional estaban desarrollando «misiles crucero de alcance intermedio con las ojivas nucleares más poderosas del mundo».
El objetivo de las pruebas de armamento de Corea del Norte es desarrollar un programa nuclear y de misiles que pueda hacer frente a lo que dice es la hostilidad de Estados Unidos y Corea del Sur, pero analistas externos también consideran que es una forma de hacerle ver claramente a Washington y Seúl cuáles son sus exigencias políticas.
La reanudación de las pruebas por parte de Corea del Norte es probablemente un intento de presionar al gobierno de Joe Biden por el congelamiento diplomático después de que Kim no lograra aprovechar su arsenal para obtener beneficios económicos durante la presidencia de Donald Trump.
La KCNA dijo que los misiles probados durante el fin de semana viajaron durante 126 minutos «a lo largo de una órbita de vuelo ovalada y en forma de 8» sobre territorio de Corea del Norte antes de alcanzar sus objetivos.