Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
A principios del 2020, el Instituto de la Víctima tenía asignados Q10 millones.
Cuando entró la crisis sanitaria, se hizo una ampliación presupuestaria para el funcionamiento del Gobierno y el 7 de abril del 2020, menos de un mes de “iniciada la pandemia” con aquella famosa llamada que recibió Alejandro Giammattei de Hugo Monroy, al Gobierno se le dieron Q5 mil 138 millones 900 mil.
En ese momento, como eran mil amores entre el gobierno de Giammattei y el partido TODOS, en especial con Felipe Alejos al que habían metido a la Junta Directiva que operó Gustavo Alejos, aprovecharon la oscuridad del momento para incrementar Q40 millones al Instituto y con eso le dejaron un presupuesto de nada más y nada menos que de Q50 millones.
En el camino y tal como nos cuentan personas que tienen pleno conocimiento de la situación, la relación entre el Gobierno y Alejos se fue enfriando y también se sintió la tensión en la relación entre el mismo Centro de Gobierno y el Instituto, al punto que, según expresó la Directora del Instituto a su equipo, había mucha presión por parte del Gobierno por unas famosas plazas. Los millones dados no “eran de gratis”.
Ya todos conocemos que hubo un momento de mucha presión de TODOS al Gobierno, intentaron arrinconar a Amelia Flores y a Pedro Brolo por los doctores cubanos y el diputado dijo que el Presupuesto 2021 era “estúpido”.
Luego, volvieron a las andadas y a Alejos y a TODOS el Gobierno le concedió sus deseos en otro Instituto, el de Migración y ahí empezaron a enderezar el rumbo de la amistad. El Presupuesto 2021 no se terminó aprobando y el Instituto de la Víctima se quedó con Q50 millones pero les llovieron los reclamos para que dieran plazas a allegados a VAMOS y otros partidos representados en el Congreso.
Para el Presupuesto 2022 volvieron a dejar Q50 millones para el Instituto de la Víctima y cuando uno revisa el apoyo que TODOS le ha dado al Gobierno, especialmente en el último Estado de Calamidad, es fácil entender cómo es que se pactan los votos en el Congreso. Los Q50 millones al Instituto de la Víctima, que solapadamente dirige el partido TODOS, están condicionados al apoyo que este partido le dé al Ejecutivo.
Pero si TODOS es una bancada pequeña y logra sacar al menos Q50 millones, se puede imaginar el costo que tiene para los guatemaltecos los oscuros pactos entre el Congreso y el Ejecutivo. Además de este tipo de acuerdos, hay obras millonarias y “chorros” de plazas en otros lados que sirven para alcanzar los acuerdos y sin duda que con esas herramientas era que Allan Rodríguez iba consiguiendo los votos el lunes.
Llora sangre que encima de todo y de estos acuerdos que ahora quedan evidenciados, el premio de Consuelo lo otorgó Porras desde el Ministerio Público (MP) al quitar a un Fiscal que estaba llegando muy cerca y estaba próximo a destapar la cloaca.
Y no solo no se llegará a la verdad en la investigación, si no que Porras ha consentido que amenacen a la testigo que declaró todo y que puso en apuros a quienes estaban muy cómodos en la sombra de los negocios y la eterna impunidad.
En este momento, ya se están dando las discusiones en torno al Presupuesto 2022 y están haciendo acuerdos oscuros para hacer chinche el pisto, tal y como han hecho con los Q100 millones que le regalan al Instituto de la Víctima. Es dinero de todos que usa un puñado de gente como que si fuera dinero ganado con el sudor de la frente, dirigiendo una empresa.