Un pequeño monedero elaborado en telar de cintura lleva bordado el nahual B’atz’. Dentro de este, una explicación del significado. Lo acompañan dos tarjetas, es un producto de Teixchel, tejedoras de San Pedro La Laguna, con un pequeño diferenciador, una segunda tarjeta indica que el producto fue elaborado a mano por Rosalía Yojcom.
Teixchel es una asociación conformada por mujeres artesanas tz’utujiles, originarias de San Pedro La Laguna, Sololá. Fundada en 1997 y legalizada en el 2009. Teixchel significa Tejidos Ecológicos Ixchel. “Ixchel fue la primera tejedora, nuestra madre. Tejemos como un recordatorio de lo que somos como mujeres, de nuestro pasado y futuro. Por eso, tejemos exclusivamente con tintes naturales no tóxicos, porque nuestra tierra no solo es nuestra, sino de las generaciones venideras”, expresó Berta Ángela Navihoc, presidenta de Teixchel.
La asociación la conforman 20 mujeres artesanas, entre madres solteras y viudas que buscan una oportunidad para mejorar sus ingresos para el sostenimiento familiar. Tienen más de 12 años de experiencia en el diseño, elaboración y venta de artículos artesanales, y seis en la exportación de sus productos.
CONOCIMIENTO ANCESTRAL
Berta Ángela Navihoc es la actual presidenta y una de las cuatro fundadoras de Teixchel. Lleva el tejido en la sangre puesto que aprendió la técnica del telar de cintura desde que tenía 7 años, fruto del aprendizaje de su mamá, abuela y bisabuela, una de las primeras tejedoras que empezaron a comercializar sus productos en San Pedro La Laguna. A los diez años, recuerda que atravesaba el lago de Atitlán en una pequeña canoa remando junto a su abuelo Vicente para ir a entregar pedidos a Panajachel, Sololá.
Recuerda que fueron de las primeras familias en el pueblo que tuvieron máquinas de coser para confeccionar camisas y pantalones que distribuían en Sololá, Mazatenango y en las comunidades a la orilla del lago de Atitlán.
Navihoc reconoce que no tuvo la oportunidad de realizar estudios formales, pero gracias al Ajaw (Creador) ganó conocimiento y sabiduría para recuperar en las mujeres de su comunidad el arte del tejido y la agricultura. “Hice una evaluación sobre el telar de cintura, noté que se estaba perdiendo y su importancia se debilitaba”, afirma. De manera que se obligó a educar a 50 mujeres en la elaboración de bufandas, chalinas y lienzos para diversos usos. Fue así como nació la asociación Teixchel “para resaltar este arte y que trascienda”.
PRENDAS ÚNICAS
El telar de cintura es el principal instrumento para diseñar artículos únicos llenos de arte. Hoy día los productos son tan diversos como las ideas, que van desde bufandas, cinturones, chalinas, porta documentos, kimonos, monederos con glifos mayas, centros de mesa, bolsas, y muchos otros.
El toque personalizado de sus diseños permitió que sus productos ingresen a un Clutch Ancestral, es decir, es un producto que encuentra un impacto en tiendas de Estados Unidos. Hoy puede encontrar las prendas de Teixchel en Sololá y en todos los departamentos del país, y en países tan lejanos como Australia, Italia y España.
En 2020, cuando llegó la pandemia al país, Teixchel se vio afectada por las restricciones que afectaron la exportación de sus productos, lo que hizo que dieran un giro total a sus actividades. Gracias a la ayuda de Good Neighbors Guatemala, se les brindó apoyo y financiamiento para invertir en una máquina bordadora para fabricar blusas para las mujeres tz’utujiles de Sololá, creando nuevos diseños y adaptándose a la moda.
Poco a poco, las mujeres han retomado sus actividades artesanales. Al final, y quizás lo más importante que rescata Navihoc es que el tejido también cumple una función curativa. La concentración en la cuenta de los hilos, colores y diseño, esa sabiduría ancestral, le consta, actúa como una terapia en las mujeres, que les permite ganar autoestima y empoderarlas en sus derechos.