De pie a las afueras de un hospital público en la localidad de Veliko Tarnovo, en el norte de Bulgaria, la enfermera a cargo de la campaña de vacunación expresa una triste realidad entre sus compatriotas: «No creen en las vacunas».
Bulgaria tiene una de las mayores tasas de letalidad por coronavirus entre las 27 naciones de la Unión Europea y enfrenta un nuevo y veloz repunte de infecciones ante la presencia de la variante delta. Pese a ello, los habitantes de esta nación balcánica son los más renuentes del bloque a vacunarse contra el COVID-19.
Apenas el 20% de los adultos en Bulgaria, con una población aproximada de 7 millones, tienen hasta el momento el cuadro completo de vacunación. Eso los coloca en el último lugar de la Unión Europea, donde el promedio de vacunación completa es del 69%.
«Estamos abiertos todos los días», dijo Yordanka Minekova, enfermera a cargo de vacunación y que ha trabajado en el hospital durante 35 años. «Pero son muy pocas las personas que quieren vacunarse».
Krasimira Nikolova, una trabajadora de restaurante de 52 años, optó por no vacunarse, diciendo que duda sobre la efectividad de las vacunas disponibles.
«No creo que las vacunas funcionen», dijo a The Associated Press. «Los hospitales están llenos de personas vacunadas. Yo ya tuve el virus. No creo que sea tan peligroso. Tengo otros problemas de salud, y si fuera tan peligroso, posiblemente estaría muerta».
Pero Sibila Marinova, directora de la unidad de cuidados intensivos de Veliko Tarnovo, asegura que las 10 camas en su unidad de COVID-19 están ocupadas, y se siente molesta de que haya tantos búlgaros que se nieguen a vacunarse.
«El 100% de los pacientes en cuidados intensivos no está vacunado», dijo a la AP, añadiendo que la escasez de personal únicamente agrega más presión.
Bulgaria tiene acceso a las cuatro vacunas aprobadas por la UE — Pfizer, Moderna, AstraZeneca, y Johnson&Johnson. Pero desde el inicio de la pandemia, más de 19,000 personas en Bulgaria han muerto de COVID-19, la tercera mayor tasa de letalidad en la Unión Europea, sólo detrás de la República Checa y Hungría. Durante la semana pasada, murieron 41 personas al día, en promedio.
La fallida campaña de vacunación en Bulgaria ahora está en riesgo de poner una enorme presión sobre un frágil sistema de salud.
En respuesta, el gobierno impuso mayores restricciones el martes. Los restaurantes y cafeterías deben cerrar a las 11 de la noche, y no puede haber más de seis ocupantes por mesa. Los centros nocturnos fueron cerrados y las salas de cine y teatro están limitadas al 50% de su capacidad. Los estadios al aire libre tienen un límite del 30%.
«Las bajas tasas de vacunación nos obligan a imponer estas medidas», dijo el ministro de salud, Stoycho Katsarov.